Ese buen aprovechamiento chileno se refleja en estas cifras, que muestran que mientras en el año 2014 el país exportó litio (en la forma de carbonato) por US$ 214 millones, en el 2022 lo acaba de hacer por impresionantes US$ 7,763 millones. Con la sola excepción de la etapa de la pandemia, las cifras nunca dejaron de crecer, y, confirmando lo que se busca, lo acaban de hacer espectacularmente el último año. De esa manera, el producto ha pasado a ser el segundo más importante de la canasta exportadora, superando al salmón y solo por detrás del cobre.
El Perú, que también tiene cuantiosas reservas en Falchani, provincia de Carabaya, Puno, y que ya se aproxima a la etapa de construcción de la infraestructura necesaria para producir, debe imitar lo que está haciendo nuestro vecino del sur, poniendo cuanto antes su producto en el mercado internacional y generando recursos que beneficien a todos los peruanos, en especial a los puneños, que tendrán gracias al valioso mineral grandes ingresos por concepto de canon y regalías.
IMPRESIONANTE
ResponderEliminar