El Jorge Chávez y Comunicado del MTC

La nueva terminal del aeropuerto internacional Jorge Chávez será inaugurada dentro de apenas dos meses, el 18 de diciembre.

Pero existen fundadas preocupaciones acerca de lo que podría acontecer a partir de ese momento con los flujos de ingreso y salida hacia y desde la nueva infraestructura. Preocupaciones que tienen que ver principalmente con los problemas de congestión vehicular e inseguridad que allí se podrían generar, ante la carencia de vías y rutas adecuadas, en una zona de la ciudad a la cual nunca se le puso mayor atención en múltiples aspectos.

A eso se suman las opiniones de diversos expertos, acerca de que no es en absoluto recomendable iniciar un negocio nuevo, con el personal y los viajeros aún no debidamente familiarizados con el flamante espacio, en una de las épocas más complicadas del año por el gran número de vuelos que suelen tener lugar en ella. Por eso varios de ellos han planteado una postergación.

Intentando disipar la inquietud, el MTC difundió hoy el comunicado adjunto, señalando que ya ha tomado diversas medidas destinadas a evitar esas problemáticas e indeseables situaciones, y que continúa poniendo en marcha otras.

Cabe recordar que el problema actual ha sido generado en gran parte por el propio ministerio, que en su momento (y como para que nadie le recordara que había tardado una eternidad en entregar los terrenos requeridos para la enorme obra) decidió presionar al máximo a la concesionaria con el plazo de culminación, dejar inoperativas la terminal actual y la salida por la avenida Faucett y cargarle la gran mayoría del flujo a la avenida Santa Rosa, todo ello con el claro objetivo de concretar a como dé lugar el infame y costosísimo viaducto elevado que desde hace mucho tiene como fijación para esta última. 

Paralelamente, dejó pasar absurdamente el tiempo, sin construir el vital puente Santa Rosa y sin tomar ninguna de las medidas realmente requeridas para abordar integralmente el tema de la interconectividad del aeropuerto con su ciudad (no mejoró ninguna de las numerosas rutas existentes, ni apuró el avance de las líneas 2 y 4 del metro). Y ahora, abrumado por el tiempo y los parámetros que neciamente fijó, ha tenido que construir a la volada dos absurdos puentes que jamás debieron estar allí y ha optado por un tortuoso esquema de circulación vehicular que muy probablemente generará graves problemas.