Asimismo es posible comprobar que ya no existen aberturas a la vista, reflejando el hecho de que ya no sería necesario introducir al subsuelo ningún equipo o insumo grande o pesado (ni máquinas, ni cables, ni barras de acero ni rieles). Ergo, se puede inferir que las estaciones están concluidas, tanto en su infraestructura como en su equipamiento.
Así las cosas, no parecen existir argumentos de peso para retrasar su apertura. Lo muy poco que faltaría para dejar todo absolutamente listo podría completarse en los siguientes meses, de la mano de las pruebas en vacío que correspondan con los trenes.
El MTC, la ATU y el concesionario deberían dejar atrás la falta de respuesta que vienen mostrando y llegar lo más rápido posible a la única definición aceptable en el tema: que el tramo Mercado de Santa Anita-Municipalidad de Ate comience a operar en el transcurso del año que ya se inicia, para que la parte operativa del megaproyecto no se limite a los poco más de cuatro kilómetros actuales y sobrepase los siete. Las obras están listas o muy cerca de estarlo, y por ende no se amerita en absoluto la absurda posibilidad de ponerlas en funciones (como dejó entrever el titular del MTC) recién en el año 2026.
Pero no lo harán, el ministro ya dijo que hasta 2026 por lo menos, el MTC es un DESASTRE.
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