Los comicios tendrán lugar el domingo 12 de abril del próximo año.
Tener esa fecha que constituye el primer paso hacia el término del actual mandato ayuda a disipar las tensiones que el país ha estado viviendo, y que en ciertos momentos han estado por desbordarse.
En muchos casos esas tensiones han tenido su origen en las múltiples acciones cuestionables del actual gobierno, varias de ellas delictivas, que sin duda ameritan investigación y podrían implicar penas de cárcel.
Pero en muchos otros se han debido a la intolerancia de quienes se vieron desplazados cuando cayó el impresentable Castillo, como si no hubiera sido justo y correcto vacarlo por haber pretendido perpetrar un golpe de estado para llevar al país por el nefasto camino seguido por sus socios y cómplices políticos de Cuba, Venezuela y Bolivia, y como si no hubiera sido legítima y constitucional la sucesión presidencial por parte de Boluarte, vicepresidenta del referido sujeto.
Este blog se hace de la vista gorda e ignora que estamos ante un gobierno impopular sostenido por un pacto mafioso desde el congreso, una presidente que vive en una burbuja desconectada de la realidad apoyando a un ministro del interior incapaz permitiendo el incremento exponencial de la delincuencia que mancha de sangre al país
ResponderEliminarNo nos hacemos de la vista gorda. Somos plenamente conscientes de que tanto el gobierno como el congreso vienen actuando de una manera totalmente reprobable en muchos aspectos. En el caso del gobierno ello en muchos casos implica (como acabamos de decir en el artículo) delitos, que en su momento podrían significar cárcel, no solo para Boluarte, sino también para varios de quienes forman parte de su entorno. Si así lo determina la justicia, quedaremos plenamente conformes, y no moveremos un dedo en su defensa. Pero eso no hace que suscribamos automáticamente la tesis del lado contrario, en muchos casos únicamente interesado en tirarse abajo a como dé lugar al gobierno, no necesariamente en defensa de la democracia o los derechos humanos, sino en alto grado por mero afán político, de recuperar posiciones y cargos, o de retomar el desastroso camino de izquierda radical que había estado siguiendo el nefasto Castillo. Y lo hace mintiendo acerca de la forma en que Boluarte llegó al poder, como si no hubiera accedido de acuerdo al mandato constitucional. Boluarte es pésima en muchos aspectos, sin duda, y tiene cuentas por pagar con la justicia, pero por lo menos no implica el inmenso riesgo político y económico que implicaban el delincuente y golpista Castillo y su gente, ansiosos por poner al Perú en la misma ruta de países que hoy están virtualmente destrozados. Además, con la convocatoria a elecciones ha confirmado que su mandato ya está en la cuenta regresiva.
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