miércoles, 29 de septiembre de 2021

Camisea: Precisando las Cosas

El Consorcio Camisea publicó ayer este comunicado precisando cómo son las cosas en el negocio que tiene a su cargo desde inicios del siglo.

Son cosas que están señaladas en el respectivo contrato, o que han quedado claras a medida que se ha desarrollado el megaproyecto, que le permitió a nuestro país cambiar la matriz energética y contar con un recurso que le resulta fundamental en diversos aspectos.

Allí se señala, por ejemplo, que el gas es de los peruanos. Y eso es cierto, pues la empresa únicamente lo explora y lo explota por el período establecido, que vencerá en el año 2040. Gracias a los miles de millones de dólares que invirtió, esta extrae el recurso, y le paga al Estado, dueño del gas, las regalías y todos los impuestos que corresponden. Hasta el momento le ha pagado más de S/ 40 mil millones (unos US$ 10 mil millones). Cusco, lugar de origen, ha recibido en promedio un millón de dólares diarios durante ese tiempo.

Ese gas no solo se exporta o solo beneficia a unos pocos peruanos, como insinúa falsamente Bellido y todos los que repiten el mismo disparate. Aparte de ser vendido al extranjero (generando un cuantioso ingreso al país) también llega masivamente a los peruanos. Es que no solo sirve para cocinar, sino también para generar electricidad. Así lo hace nuestro gas, que abastece a las seis grandes centrales térmicas (Chilca Uno, Kallpa, Fenix, Santo Domingo de los Olleros, Santa Rosa y Ventanilla) que generan energía eléctrica, principalmente en Chilca, pero también aquí en Lima y en Ventanilla, produciendo el triple de lo que produce la central hidroeléctrica del Mantaro. Esa energía llega a todo el país a través de los miles de kilómetros de líneas de transmisión del sistema eléctrico interconectado nacional.

Además, el gas también está llegando directamente a un creciente número de personas. A la fecha ya se están beneficiando 1.2 millones de hogares de quince ciudades (alrededor de cinco millones de personas), que lo reciben por tuberías, en un programa de conexiones domiciliarias que sigue avanzando, y que permite tener gas a costo bajísimo, no solo para cocinar también para bañarse y otros usos. Asimismo, se benefician centros médicos (INEN, Almenara, San Juan de Dios), empresas industriales (como la cementera UNACEM) y más de 200 mil propietarios de vehículos, que emplean GNV en lugar de gasolina o petróleo. 

La periodista Rosa María Palacios también efectuó (ver vídeo) una muy buena explicación al respecto, y otra se puede ver en esta infografía

Además de explicar el tema, Palacios también dijo algo muy cierto: que no es la primera vez que la izquierda intenta frustrar o frustra la explotación de esa inmensa riqueza. Ya lo hizo en los años 80, razón por la cual Camisea permaneció veinte años sin ser explotada. Eso privó al Perú de miles de millones de dólares de ingresos y le impidió tener hoy un mercado del gas (incluyendo conexiones domiciliarias) mucho más desarrollado. Ahora, una versión aún más radical y trasnochada de esa misma vertiente política pretende perpetrar otro despropósito.

No hay comentarios:

Publicar un comentario


Temas tratados en nuestro blog