Dos de los cuatro submarinos Tipo 209 de nuestra marina de guerra están siendo sometidos a un proceso de reparación integral y actualización tecnológica que los dejará en óptimas condiciones.
Eso viene ocurriendo en el centro de operaciones del Callao de Servicios Industriales de la Marina (SIMA), el astillero más importante del país, y también una empresa líder en metalmecánica (como lo demuestran los muchos buques, puentes y otras grandes estructuras que ha construido).
El proceso incluye corte del casco en la zona de popa para repotenciar y modernizar las máquinas principales y el sistema de propulsión.
El submarino que entró primero a ese complejo y laborioso overhaul y por ende está más avanzado en este es el Chipana.
El segundo en ese proceso de mejora es el Antofagasta (visible en las dos últimas fotos), que lo inició a fines del año 2019. Luego seguirán los otros dos sumergibles, el Angamos y el Pisagua.
Con ello, y con la asesoría técnica del astillero alemán Thyssenkrupp Marine System GmbH, que los construyó para nuestro país en la década de 1980, los cuatro podrán alargar entre quince y veinte años su ya extenso tiempo de servicio vigilando nuestro mar.
El segundo en ese proceso de mejora es el Antofagasta (visible en las dos últimas fotos), que lo inició a fines del año 2019. Luego seguirán los otros dos sumergibles, el Angamos y el Pisagua.
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