Es decir, para que ayudara a solucionar la problemática del transporte de Lima y Callao, que pese a las mejoras registradas en los últimos años (con la entrada en operación de la Línea 1 del Metro, el Metropolitano y los diversos corredores viales) continúa siendo bastante caótico.
Como ejemplos de las múltiples y muy importantes tareas que tiene a su cargo, en los últimos días ha puesto a consideración de seis ministerios la propuesta de un proyecto de ley que regula el desarrollo de la movilidad eléctrica, y aprobado una directiva que permite el chatarreo de vehículos de los corredores complementarios.
Lamentablemente, hoy esa entidad, que tantas expectativas favorables genera por el papel que le corresponde cumplir, está siendo sometida al ataque de un ministro de Transportes y Comunicaciones cuestionado desde el momento mismo de su nombramiento. Este pretende echar a su actual presidenta María Jara (a quien se observa en el segundo de los vídeos adjuntos) y mediatizar y desvirtuar las funciones de la entidad, desmantelar los avances registrados y dar vía libre a las mafias que impiden que el transporte se adecente y se ponga a la altura de lo que una ciudad tan grande como Lima necesita.
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