El sector que más se expandió, nada menos que 225.91%, fue uno de los que más sufrieron un año atrás con la pandemia: Alojamiento y Restaurantes. También avanzaron muy fuertemente la Construcción (que casi duplicó su cifra), Transporte, Almacenamiento, Correo y Mensajería, Servicios Prestados a Empresas y el Comercio.
La muy importante Manufactura continuó recuperándose a gran velocidad, mientras que la también muy importante Minería e Hidrocarburos lo hizo a una tasa nada desdeñable. El fundamental sector Agropecuario, que había venido retrocediendo, se recuperó, aunque sigue teniendo un resultado anual en rojo. La volátil Pesca, sujeta a los permisos para operar, fue el único sector de comportamiento negativo.
El referido resultado ocurrió pese a que el sector externo no contribuyó con este, pues las exportaciones disminuyeron 3.1% en términos reales (las tradicionales cayeron 16.2%, pero las no tradicionales avanzaron 36.0%).
De acuerdo a lo ocurrido a lo largo del semestre, el sector de mayor contribución viene siendo Manufactura, que ha aportado 3.95 de los 20.94 puntos logrados por el PBI. Le siguen la Construcción (3.90) y el Comercio (3.29).
El único sector que viene restando puntos, pero de manera muy marginal, y ya estando cerca de contribuir, es el Agropecuario (-0.01).
Lo conseguido en el primer semestre, además de superar en casi 21% lo de similar período del desastroso año pasado, ya prácticamente igualó lo de igual período del 2019 (equivale al 99.9%). En el segundo semestre bastaría crecer a una tasa promedio de 5.8% para lograr que la tasa de todo el año llegue a 12.5% y de esa manera el PBI resulte similar (o inclusive algo mayor) al del 2019, implicando que nuestro país salió totalmente del hoyo pandémico, antes que la gran mayoría de países latinoamericanos. Pero todo dependerá de que el actual gobierno no dicte medidas que arruinen esa posibilidad.
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