De acuerdo a la legalidad, ese día debería asumir la presidencia Edmundo Gonzáles Urrutia, el candidato opositor que en las elecciones presidenciales del 28 de julio barrió al sátrapa Nicolás Maduro, a quien no le sirvieron de nada sus mil maniobras para escamotear la voluntad popular e intentar perpetrar el burdo fraude planeado, pues la verificación de las actas originales les dejó claro a todos el resultado.
A nivel internacional lo han conseguido claramente, pues múltiples gobiernos democráticos de la región y del mundo los han respaldado firmemente. Allí están, entre otros, los casos de Paraguay, Uruguay, Argentina, Panamá, Costa Rica, República Dominicana, Ecuador, Estados Unidos, Canadá y los países europeos, todos plegándose de manera decidida a la justa causa que enarbolan.
Como no podía ser de otra manera, el Perú también les ha manifestado su decidido apoyo, ratificando la posición que ha mantenido desde hace muchos años a favor del restablecimiento democrático y en contra de la tiranía allí imperante. Este ha sido reiterado en una videoconferencia que ambos tuvieron hoy con la presidenta Boluarte y el canciller.Y en los días siguientes se sabrá la posición de los propios venezolanos frente al sátrapa y sus cómplices, que pretenden seguir atornillados al poder, enriqueciéndose a costa de su hambre, dolor y desesperanza.
Gonzáles Urrutia ha hecho un llamado a las fuerzas armadas, para que se desliguen de la cúpula corrupta y acaten el mandato constitucional.
Y para el día 9 ha sido convocada una gran marcha, que ojalá sea el punto de partida de enormes e ininterrumpidas movilizaciones que se extiendan por todo el país y logren librarlo de esos forajidos.
Que cada pais solcuiones sus problemas, nosotros no somos ejemplo de nada, peor con este gobierno tan nefasto como el de maduro, con impresentables como ministros y congresistas, propios de cloaca.
ResponderEliminarCada país debe solucionar sus problemas, sí. Pero cuando se tiene a una banda de delincuentes y criminales como la de Maduro aplastando salvajemente a un país al que ya destruyó en todos los aspectos, y pretendiendo continuar aferrado al poder para seguir destruyéndolo y saqueándolo, la comunidad internacional tiene el derecho y la obligación moral de hacerse sentir, y de tomar medidas en contra de ese abuso y en favor de esa pobre población aplastada. Respaldamos al 100% la posición asumida por nuestro país en el tema. La asquerosa e indefendible satrapía de Maduro y su banda de delincuentes tiene que largarse ya. Como no lo acepta por las buenas, tendrá que ser por las malas.
EliminarNo se porque se fijan tanto en Venezuela, si aquí sucede lo mismo, bandas de delincuentes, criminales y hay otra mas, proxenetas que nos gobiernan, que nos tienen aplastados salvajemente sin reacción y aferrándose a los cargos, y deshaciéndose de quienes quieren denunciar para seguir saqueando al país, así que debería darnos pena nuestros mismos compatriotas y no los extranjeros, lo mismo sucede aquí, lo que pasa que estamos cegados y como vivimos concierta comodidad no nos importa el resto pero si, nos fijamos en lo externo, Eso está mal, primero solucionemos aquí en nuestra tierra, los inmensos problemas que nos aquejan.
ResponderEliminarNos fijamos en Venezuela porque es lo que corresponde, pues es un caso trágico, de un país destrozado política, económica, social e institucionalmente por una banda de delincuentes e ignorantes que con ideas trasnochadas y con prácticas propias de rufianes lo han llevado de ser uno de los países más ricos y democráticos del continente a ser un virtual estado fallido del cual millones de sus ciudadanos han tenido que fugar. Solo el caso cubano es más desgraciado que el venezolano. Y ahora esos rufianes, no contentos con el inmenso daño causado, pretenden seguir atornillados al poder, pese a que fueron aplastados en las urnas por Edmundo Gonzáles y María Corina Machado. Les falló el cálculo a esos delincuentes. Pensaron que iban a poder perpetrar uno más de sus asquerosos fraudes iniciados en la época del desastroso e infame Chávez, pero la población les demostró que ya está harta de sus abusos y de las desgracias que ha tenido que padecer. Basta un mínimo de decencia para solidarizarse con la lucha de Edmundo y María Corina. Solo los cómplices, los sujetos de mala entraña y los fanáticos de los tiranos de izquierda pueden estar en contra de esa legítima aspiración de intentar restaurar la democracia de su país. Por eso, y porque conoce de primera mano el inmenso sufrimiento del millón de venezolanos que llegaron al país, el Perú está actuando como lo viene haciendo. Ya habrá oportunidad de encargarse de Dina y sus delitos, y de enviarla a prisión si así lo determina la justicia. Mientras tanto, hay que hacer lo que corresponde, en este específico caso, denunciar y combatir a la asquerosa tiranía chavista. Por lo demás, no hay que olvidar que Dina llegó al poder gracias a los que votaron por el ignorante, y también delincuente y golpista Castillo. Ambos son los nefastos regalos de Perú Libre, el partido de paupérrimo nivel cuya aspiración era convertir al Perú en otra Venezuela y otra Cuba.
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