Lacalle Pou precisó (minuto 6:15) que la participación de su país en este organismo no supone un debilitamiento de su compromiso con la OEA, ni el respaldo a países como Cuba, Nicaragua y Venezuela, en los que no existe democracia plena, no se respeta la separación de poderes, desde el poder se usa el aparato represor para acallar las protestas, se encarcela opositores y no se respeta los derechos humanos.
Obviamente, el dictador cubano le respondió, pero el uruguayo retrucó con firmeza, respaldado por la autoridad moral que le confiere el hecho de que su país sí es democrático.
Lasso, por su parte, señaló (2:10) que si bien es loable el afán de propiciar la integración latinoamericana, para que esta realmente se concrete debe basarse, como paso indispensable, en la previa integración económica, con mercados libres y fronteras abiertas que propicien el estrechamiento de relaciones económicas reales, estables y duraderas entre las personas, y les permitan establecer lazos de beneficio y provecho mutuo. Lazos que construyan prosperidad real, que se sienta en sus bolsillos, en sus mesas y en sus platos de comida, en un proceso que yendo de abajo hacia arriba se inicie en los ciudadanos y llegue finalmente a los gobiernos, para que estos lo plasmen en sus políticas de integración. Así lo hizo la actual Unión Europea, que fue forjada sobre la base de la Comunidad Económica Europea, bajo la premisa de que la prosperidad compartida crea un sentido de responsabilidad compartida. "Si hay un interés comercial con un vecino, entonces nos importa lo que le pase a ese vecino. Si nos va bien con él, vamos a querer venderle más cosas, u obtener de él mejores productos, servicios e inversiones."
Lasso también elogió a la Alianza del Pacífico (bloque integrado por Colombia, Chile, México y Perú, y al cual Ecuador está muy cerca de ingresar), tildándola de "la iniciativa de integración de la región más exitosa de los últimos tiempos".
El presidente de Uruguay no a dicho nada nuevo así que dejen de ser dogmáticos.
ResponderEliminarEs evidente que no ha dicho nada nuevo, porque para nadie es novedad que en Cuba, Nicaragua y Venezuela no hay democracia, y que allí se registran todas las grandes irregularidades, abusos y delitos que él mencionó. Pero sí es importante mencionarlo siempre, para que esos sátrapas tengan bien claro el repudio que generan, y para que las poblaciones de sus respectivos países sepan que la comunidad internacional continúa respaldando sus esfuerzos en pro de la libertad y el restablecimiento democrático. Y no hay nada de dogmatismo en esto. Decir que en esos países pululan impresentables que aplastan las libertades y derechos de las personas a la vez que las sumen en la miseria no es fruto de alguna mera creencia, sino reflejo de la más pura realidad. Aquí en el Perú nos lo recuerdan todos los días cientos de miles de venezolanos que tuvieron que huir de la catástrofe chavista-madurista.
EliminarLacalle también dijo que compartía las palabras de Manuel Lopez Obrador, presidente de Mexico, la cual era la autodeterminación y la NO INTERVENCION (si sobre EEUU), cosa que es igual o quizás hasta mas importante que sus palabras sobre la OEA o de Cuba y Venezuela.
ResponderEliminar