Este excelente vídeo de OdiloR Aventuras demuestra por qué el puente Nanay no se limita a ser una estructura sobre el río homónimo, y se extiende, con grandes viaductos, a lo largo de más de dos kilómetros.
Es que, como allí se aprecia, la zona es inundable durante buena parte del año. Por eso los amplios terrenos donde se apoyan muchos de los pilares, que durante la fase de construcción vimos totalmente secos, hoy se hallan cubiertos por las aguas.
La gran longitud del puente está, pues, plenamente justificada. Sin él, la comunicación entre las orillas se dificultaría enormemente.
Ahora corresponde que el MTC dé, lo más rápido posible, los pasos requeridos para que la imponente obra tenga real utilidad (y no la mínima que está teniendo hoy). Es urgente que prolongue la vía hacia el norte, para hacer realidad la prevista carretera de 40 kilómetros hasta el poblado de Mazán, cuyo embarcadero permitirá navegar por el río Napo y llegar a los numerosos caseríos ubicados en su curso, al igual que a la frontera con Colombia, abriendo una ruta bimodal internacional que le hará muy bien a esa importante zona del país.
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