Tras más de dos años de cierre debido a la pandemia, hace diez días fue reabierta la frontera entre el Perú y el sureño vecino Chile.
Y, tal como lo informó la televisión de ese país, la ocasión fue motivo para que se reeditara lo que se había vuelto común a través de los años: el paso de miles de chilenos desde Arica hasta Tacna, para hacer las tres cosas que más explican sus viajes: las compras de múltiples productos en los mercados, la concurrencia a los restaurantes y la demanda de servicios médicos, aprovechando los mucho menores precios y tarifas.
Obviamente, la situación aún no se normaliza, pues por ejemplo muchos negocios peruanos tuvieron que cerrar afectados por la enorme caída de la demanda. Pero todo apunta a que aquello se logrará pronto, de la mano del entusiasmo de los pobladores de ambos lados de la frontera.
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