La idea es "hacer cambios en la ATU, para mejorar sus resultados y tener a corto plazo beneficios tangibles en el transporte urbano, para darle formalidad, seguridad y disminución de los tiempos de traslado." Eso implica evaluar más rigurosamente a sus funcionarios.
Así las cosas, el DS 007-2023-MTC, publicado ayer, modifica el reglamento de organización y funciones de la entidad, añadiendo a las causales de vacancia o remoción de los miembros de su consejo directivo la de "pérdida de confianza de la autoridad proponente".
Ojalá la decisión ayude a que el organismo comience a funcionar adecuadamente, algo que no había ocurrido desde su creación, razón por la cual el transporte en la urbe, lejos de mejorar, ha empeorado.
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