Chile, gracias a su modelo de libertades y apertura vigente desde hace cuatro décadas, es el país más destacado. Pero la incertidumbre de los últimos años le llevó a una caída de su nota o rating, de A+ a A.
El Perú, que había figurado un largo tiempo en el segundo lugar, acaba de perder esa destacada posición, desplazado por Uruguay, que a fines de abril ha elevado su nota de BBB a BBB+. Nuestro país está sufriendo las consecuencias de haber tenido en el poder al nefasto Pedro Castillo, quien con la incertidumbre política y económica que generó hizo retroceder en marzo del año pasado la nota crediticia con esta agencia, tal como ya había hecho en el 2021 con Fitch y Moody's. Por si fuera poco, la Perspectiva es negativa. Felizmente, la mucho más sensata actitud del gobierno de Boluarte seguramente ayudará a alejarse del riesgo de una nueva caída y a una recuperación en el mediano plazo.
Luego, liderando el mucho menos reputado Grado de Especulación se sitúa Colombia, y un par de escalones después el gigante Brasil, ambos buscando reingresar al grupo al cual antes pertenecieron.
Argentina, sumida en un grave problema fiscal reflejado en un desborde monetario y una inflación ya cercana al 110%, vio degradar su rating a CCC- a fines de abril, y con ello ocupa la última posición en el ranking.
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