La película, destinada al público infantil, ha sido producida por la empresa Dreams and Entertainment y dirigida por Eduardo Schuldt, ampliamente conocido por su participación en la mayoría de las anteriores. Narra la historia de Lars, un niño de doce años que descubre en su nueva escuela un portal mediante el cual él y sus amigos se pueden introducir a una fantástica realidad, muy parecida a la de sus aventuras imaginarias, y en la que entablan batalla contra monstruos y otros seres que amenazan al mundo.
Al margen de las innegables virtudes cinematográficas de la obra, lo que nos interesa especialmente en este blog es resaltar la importancia de desarrollar una actividad con tan enorme potencial. Es realmente gratificante comprobar que, produciendo regularmente (prácticamente una película por año), nuestro cine de animación se sigue abriendo paso y consolidando, ya no con el esfuerzo de una sola empresa y un pequeño grupo de artistas y profesionales, sino con varios trabajando simultáneamente.
Como sabemos, dado que el mercado peruano es pequeño, se hace necesario recurrir al mercado internacional para obtener ingresos adecuados. Ello obliga a alcanzar un elevado standard de calidad, que impida quedar desairado frente a las notables producciones allí presentes. Y eso, sin duda, le hace mucho muy bien al cine nacional, que de esa manera se ve obligado a esforzarse denodadamente para mejorar cada nuevo trabajo.
La primera: Piratas en el Callao (2005).
Ese progreso ha sido evidente desde que en el año 2005 se estrenó la pionera Piratas en el Callao, cuyas imágenes ahora nos resultan bastante elementales, pero que cumplió su misión precursora y formadora de capital humano, pues allí hicieron sus primeros trabajos muchos de los artistas y profesionales que ahora nos impresionan con imágenes y creaciones mucho más elaboradas.
Dragones, Destino de Fuego (2006)
A ella le siguieron Dragones, Destino de Fuego (2006), Valentino y el Clan del Can (2007) y, por último, El Delfín: la Historia de un Soñador (2009). Como es fácil comprobar, de la primera a la última hay enormes diferencias, que reflejan un claro avance, tanto en los guiones como en la animación. Pero obviamente, falta mucho más.
La última y muy exitosa El Delfín: Historia de un Soñador (2009).
Ahora es el turno de Lars y el Misterio del Portal. Ojalá sea del agrado de los niños y demás espectadores del Perú y de los otros países donde se proyecte, que tenga una muy buena taquilla, y, gracias a ella, sus realizadores se sientan incentivados a seguir en el negocio. Pero, a la luz de la muy buena acogida que han tenido sus antecesoras, parece que será así. Las películas peruanas se están posicionando bien en el mercado nacional y en otros de la región, y su creciente calidad parece asegurarles un futuro muy prometedor.
Los Ilusionautas (2012)
Rodencia y el Diente de la Princesa (2012)
Y eso no es todo: en enero está previsto el estreno de dos películas más, ambas tridimensionales: Los Ilusionautas, de Aronnax Films (y también dirigida por Schuldt), y Rodencia y el Diente de la Princesa, de Red Post Studio. La calidad de las imágenes salta a la vista, como una prueba irrefutable del progreso alcanzado.
Gran Post, gracias.
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