Ya no hay ninguna duda de que este lamentable desgobierno caerá. La única duda es cuándo y cómo recibirá la justificada estocada final.
Las evidencias en su contra abundan, y son tan contundentes que inclusive quienes antes, "en aras de la gobernabilidad y la democracia", le daban el beneficio de la duda se han convertido en feroces críticos.
Aquí se muestra algunos ejemplos, cada uno haciendo ver, a partir de las conclusiones alcanzadas, lo que importantes periodistas y analistas piensan actualmente de Pedro Castillo y sus socios.
Ellos se han unido a quienes desde un inicio (gracias a exhaustivas investigaciones y abundante material probatorio que continúan presentando) descubrieron la entraña delincuencial del régimen. Como tenía que ser, sus comentarios ya no son de análisis político, sino de condena de escandalosas acciones perpetradas por delincuentes.
Es obvio que Castillo y sus socios ya no pueden continuar donde están hoy, y deben pasar lo más rápido posible a rendir cuentas a la justicia.
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