Dicho monto, mayor en 30.1% al del 2010, permitió mantener la tasa anual de crecimiento en lo que va del siglo en un notable 20%, a despecho del bajón del 2009. Por otro lado, hizo posible duplicar el monto alcanzado cinco años atrás. No es tanto como lo del quinquenio 2001-2006, en el que se triplicó las ventas, pero no deja de ser un logro impresionante.
Si bien la mayor parte de ese excelente resultado se debió al incremento de los precios de nuestros principales productos (pues los volúmenes aumentaron bastante menos), también ocurrió pese a varios factores adversos, como un tipo de cambio nominal y real a la baja, una visible incertidumbre internacional (que, al preocupar a nuestros principales socios comerciales, los llevó a reducir sus compras), costos aún muy altos en materia portuaria, insuficiente infraestructura, sobrecostos logísticos, etc.
Afortunadamente, el Perú está aprendiendo a superar esas adversidades por medio del incremento de la eficiencia y competitividad de sus empresas, diversificación de sus mercados, y otras mejoras. Por ejemplo, gracias a los tratados de libre comercio (TLC) en vigencia, cuyos beneficios ya involucran a cerca del 90% de nuestras exportaciones, estas ingresan con total libertad a un número cada vez mayor de mercados. Además, la gran mayoría de empresas exportadoras se beneficia con el acceso a bienes de capital e insumos que ingresan a muy bajo costo, gracias a los bajos o inexistentes niveles arancelarios.
De acuerdo a lo que acabamos de ver, el monto exportado por habitante ya supera los US$ 1,500, cifra muy superior a la de principios de siglo (US$ 270) pero aún muy inferior a la de otros importantes países latinoamericanos (sobre todo Chile, donde cada habitante exporta la impresionante cifra de US$ 4,700).
Hay planteadas diversas metas para el largo plazo. Algunos estiman que se puede seguir duplicando el monto cada cinco años, es decir, seguir creciendo 15% al año. De ser así, al final del gobierno del presidente Humala se podría estar cerca de los US$ 100 mil millones.
Pero primero hay que pensar en la coyuntura, que viene cargada de incertidumbres externas, lo que ha llevado a varios analistas a estimar este año un crecimiento de solo 10%, mucho menor al del 2011. Afortunadamente, lo visto en el primer bimestre permite formularse unas expectativas algo más optimistas. En efecto, si bien continúan siendo apuntaladas principalmente por los precios (que aumentaron más que los volúmenes), en los dos primeros meses nuestras ventas externas han seguido creciendo (34.7% en enero y 10.7% en febrero), acumulando un total de US$ 7,722 millones, y registrando una tasa promedio de 21.9%, que, de mantenerse en el año, permitiría sobrepasar los US$ 56 mil millones. Y ese, ciertamente, sería todo un logro para un país que en el 2001 apenas vendía poco más de US$ 7 mil millones. Sin embargo, habrá que ver qué pasa en los siguientes meses.
Por el Callao sale la mayor parte de nuestras exportaciones. (Foto: APN)
Algunos Aspectos Relevantes
Antes de concluir la nota, repasemos algunos de los aspectos que hoy caracterizan a nuestras exportaciones:
- El cobre y el oro son, sin duda alguna, sus dos componentes principales (ambos con montos superiores a los US$ 10 mil millones).
- Ya no tienen a Estados Unidos como su principal destino. Ahora lo es China, seguida de Suiza y Canadá. EEUU solo es el cuarto en la lista.
- Están muy diversificadas geográficamente. Se dirigen en partes importantes tanto a Norteamérica como a Europa, Asia y Sudamérica, abarcando a la gran mayoría de países del mundo.
- Se están viendo favorecidas por términos de intercambio aproximadamente 40% mayores que los del año 1994, aunque similares a los del 2007.
- Son una palanca descentralizadora, pues más del 60% proviene del interior del país. Hoy, ya no solo exportan Lima y un reducido grupo de regiones; ahora muchas regiones tienen ventas externas muy importantes: Arequipa, Junín, Ancash, Cajamarca y Moquegua, por ejemplo, tienen grandes ingresos por la minería, Cusco por el gas, y La Libertad e Ica por las agroexportaciones.
- Dado que están compuestas por producción de empresas formales, que, entre otras cosas, pagan impuestos y tienen a sus trabajadores en planilla, al incrementarse mejoran la recaudación tributaria y las condiciones laborales.
- Cada vez incluyen una mayor oferta exportable (con nuevas subpartidas arancelarias) e involucran a más empresas.
- En su mayor parte no pagan aranceles, al destinarse a países con los cuales ya tenemos firmados TLC.
- Desde el año 2010 tienen un nuevo e importante componente: el gas natural, que ya representa un ingreso anual de casi US$ 1,300 millones. Entre los productos tradicionales, el café viene registrando un crecimiento considerable, habiendo totalizado ventas por más de US$ 1,500 millones en el 2011.
- Mientras que las exportaciones tradicionales vienen creciendo especialmente por precios, las no tradicionales (que son las que incorporan mayor valor agregado, generan más empleo y tienen precios más estables) lo vienen haciendo especialmente por volúmenes. En el 2011, el volumen de las primeras creció solo 5.2%, en tanto que el de las segundas lo hizo 20.2% (entre el 2009 y el 2011 creció 39% y entre el 2001 y el 2011 casi se triplicó).
- Entre las exportaciones no tradicionales, superan los US$ 1,000 millones las agropecuarias (US$ 2,830 millones, con los espárragos, uvas, paltas, páprika, plátanos, mangos, cacao, etc), textiles y confecciones (US$ 1,986 millones, con destacada participación de los t-shirts y camisas de punto), químicas (US$ 1,645 millones), sidero-metalúrgicas y de joyería (US$ 1,128 millones) y pesqueras (US$ 1,047 millones).
- Del total de exportadores, el 90% son micro y pequeñas empresas. Y las que no exportan directamente son proveedoras de múltiples bienes y servicios. Eso hace que el boom exportador tenga un enorme efecto multiplicador, pues involucra a miles de pequeñas unidades productivas.
- Salvo Estados Unidos (que nos compra el 23% del total), los principales destinos de nuestras exportaciones no tradicionales son los países latinoamericanos: Venezuela (9%), Colombia (8%), Ecuador y Chile (ambos con 6%), Bolivia (4%) y Brasil (3%). También destacan España (5%) y Países Bajos (4%). Nuestro principal cliente en las compras totales, China, solo es el décimo mejor comprador en las no tradicionales, con el 3% del total.
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