Esta vez la demanda externa volvió a contribuir, aunque mucho menos que en mayo. Las exportaciones crecieron 4.5% en términos reales (las tradicionales avanzaron 7.8% y las no tradicionales cayeron 5.2%).
Seis sectores cayeron en junio, habiendo sido cuatro los más afectados. El de peor performance fue Pesca, que con su enorme caída de casi 69% arrastró a la importantísima Manufactura (por el negativo impacto del hecho en su subsector Fabril Primario, en su rama productora de harina de pescado), haciéndole retroceder casi 15%. Otro fue Construcción, retrocediendo más de 4%. Además, tuvo una gran caída Financiero y Seguros y una significativa Telecomunicaciones y Otros Servicios de Información, en tanto que el sector Agropecuario tuvo un traspié leve. Contrariamente, Minería e Hidrocarburos tuvo un gran avance.
Con esos datos, Minería e Hidrocarburos se encumbra como el principal aportante al dato global en el cuatrimestre, con 1.08 puntos. Le siguen Otros Servicios (0.56) y Comercio (0.29).
En el lado opuesto, Manufactura se constituye en el sector más responsable de la caída global de 0.45 puntos, al estar restando 0.74 al cómputo. Le siguen Construcción (0.56) y Financiero y Seguros (0.51).
Está claro que la situación productiva, que comenzó mal con la incertidumbre provocada a inicios del año por la violencia de los radicales, se ha complicado debido al factor climático, que ha generado un pésimo resultado en la volátil pesca (y con ello en una parte importante de la manufactura), así como en el agro. Las esperanzas del MEF y del BCR están puestas en la segunda mitad del año, en la que sin embargo el factor climático podría seguir ocasionando problemas.
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