miércoles, 11 de junio de 2008

Huancavelica: Prioridad Nacional

Si bien por una parte los datos recientemente difundidos acerca de la pobreza en nuestro país nos alegraron, al mostrarnos una importante reducción de este flagelo en los últimos años, por otra parte nos han dejado consternados, al revelarnos la terrible situación del departamento de Huancavelica, donde nada menos que el 85.7% de su población lo padece.

Ya era conocido que este departamento de la sierra central estaba aquejado, al igual que otros de las cercanías, como Ayacucho y Apurímac, de muy elevados índices de pobreza, y que por lo tanto requería de urgentes medidas de apoyo. Sin embargo, nadie imaginó que, en pleno siglo XXI, ésta se pudiera mantener en un nivel tan vergonzantemente elevado, que revela que en esa entrañable tierra prácticamente toda la población es pobre. Casi no ha habido reducción del mal, como sí la ha habido, por ejemplo, en Ayacucho, donde éste retrocedió, en el último año, en significativos diez puntos. Huancavelica es hoy, sin duda alguna, el pobre entre los pobres de los departamentos del Perú, "nuestro Haití local", como señaló, en un excelente artículo titulado Cirugía en Huancavelica, el periodista Aldo Mariátegui.

Es una situación difícilmente explicable, especialmente tratándose del departamento que genera la mayor parte de la electricidad que consumimos los peruanos, al albergar a la central hidroeléctrica del Mantaro, la más grande del país, y núcleo del sistema interconectado nacional. ¿Es ésa la retribución que damos al departamento que nos permite tener una vida cada vez más cómoda gracias a la electricidad que nos brinda?


Complejo hidroenergético del Mantaro, en Huancavelica. A la izquierda, la hidroeléctrica, y a la derecha, la represa de Tablachaca, que embalsa el agua del río.

Es muy poco lo que se viene haciendo por Huancavelica. Recientemente se concluyó la carretera que conecta la capital departamental con Huancayo. Y actualmente se trabaja en la ampliación del "Tren Macho", que, con su nueva vía de ancho standard, permitirá conectar su capital con Lima, mediante un servicio regular de trenes. También, hasta donde se sabe, los programas de alfabetización han avanzado significativamente.

Sin embargo, se requieren esfuerzos mucho mayores. Quizá una especie de Plan Marshall, para recuperarlo del bombardeo de la miseria estructural, de la hecatombe del semi abandono actual. "Algo realmente dramático", como dijo Mariátegui, pues esa situación no puede continuar. Sin que ningún otro departamento se atreva, mezquinamente, a reclamar por ello, pues la situación de Huancavelica amerita el privilegio de un trato especial, excluyente, preferencial.


El ferrocarril central, que pronto llegará hasta Huancavelica, y la nueva carretera asfaltada, que la conecta con Huancayo. Dos buenas obras. Pero Huancavelica necesita mucho más. (Fotos: Andina y MTC)

Allí se debe emprender una política multisectorial, que mejore dramáticamente la infraestructura de transportes y telecomunicaciones, que incremente la cantidad de escuelas y centros de salud, que extienda los servicios básicos (agua, desagüe y electricidad), que promueva la asociatividad de sus campesinos y los capacite en técnicas de producción, a la vez que les procure mercados para su producción, etc.

El presidente regional, Federico Salas, ha pedido que se le dé a Huancavelica lo que efectivamente le corresponde por el canon eléctrico, y no la miseria que se le otorga actualmente. Ha pedido que el canon se calcule en base a lo que facturan las empresas distribuidoras de electricidad, "porque es allí donde está la ganancia", y no en base a lo que produce la empresa Electrocentro, pues esos exiguos recursos no alcanzan para nada. La catastrófica situación actual de Huancavelica revela que lo que dice Salas es estrictamente cierto: como está diseñado ahora, el sistema del canon huancavelicano no retribuye adecuadamente al primer productor de electricidad del país.

El gobierno señala que en Huancavelica convergen problemas geográficos, climáticos y estructurales, que lo convierten en un territorio difícil para la agricultura y otras actividades productivas, y hacen que allí se concentre una pobreza “dura”, difícil de revertir, pese a que los recursos que se destinan a la zona se han cuadruplicado en los últimos tres años, pasando de 32 millones de nuevos soles en el 2006 a 120 millones en el 2008. Dentro de ese esquema de trabajo, 68 comunidades han recibido 100 mil soles cada una del Programa de Reparaciones, para la ejecución de obras sociales, y 42 mil hogares reciben 100 soles mensuales del programa Juntos, ayuda que pronto se ampliará a más distritos.


Madres huancavelicanas, beneficiarias de un programa de asistencia social. El gobierno hace esfuerzos, que aún resultan muy insuficientes (Foto: Juntos)

Sin embargo, consciente de que ésa es una gota de agua en el océano de necesidades del departamento, ha anunciado una respuesta política, que, según señala, permitirá que en unos dos o tres años Huancavelica salga de su actual punto muerto y comience a ver la luz al final de su largo y negro túnel actual.

Para ello, está afinando programas que coordinen la labor de la administración pública y los programas sociales, con el fin de que éstos incentiven la parte productiva, la única capaz de sacar al departamento de su trágica situación actual. Para obtener buenos resultados, será vital la eficaz articulación entre el Gobierno Central, el gobierno regional y los gobiernos locales.


Como vemos, la publicación del informe de pobreza ha removido conciencias. Nos ha solidarizado con el enorme dolor de Huancavelica. Hay que actuar con rapidez y eficiencia, para que su triste situación actual termine pronto. Por una cuestión de elemental justicia.

2 comentarios:

  1. Gracias por interesarse por mi tierra, amigos. Su blog esta muy bueno.

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  2. Realmente Huancavelica es nuestro Haiti. Hay que ayudar a nuestros paisanos para sacarlos de esa pobreza terrible.

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