La presidenta Boluarte dio un mensaje en la noche de ayer. Lo hizo fortalecida por la excelente forma en que la policía resistió la brutal violencia de quienes se suponía realizarían una protesta pacífica.
Esa brillante acción policial impidió a estos concretar sus planes de destruir, generar caos y desestabilizar al gobierno. También frustró su propósito de tomar los aeropuertos de Arequipa, Cusco y Juliaca.
Gracias a las múltiples cámaras, drones y demás medios que registraron los hechos, todo el país fue testigo, durante horas, de quiénes son los intolerantes, y quiénes los que defienden el orden y la democracia.
En ese marco de cosas, y respaldada por las evidencias y el fracasado intento de los extremistas, Boluarte confirmó que la violencia no quedará impune, pues sobre ella se aplicará todo el peso de la ley. Asimismo dijo que no renunciará, y que su gobierno se mantendrá firme, a la vez que propiciando el diálogo y llevando a cabo las políticas previstas en el plan del desarrollo y de consolidación democrática, que contempla elecciones generales en abril del próximo año.
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