jueves, 30 de octubre de 2014

Dos Grandes Hidroeléctricas en Amazonas

Las noticias nos dicen que, luego de la aprobación de su estudio de impacto ambiental, se acaba de entregar la concesión definitiva a la empresa AC Energía, filial de la brasileña Odebrecht, para que construya y luego opere la futura central hidroeléctrica Chadín II.



La central, que se ubicará entre los departamentos de Amazonas y Cajamarca, tendrá una potencia instalada de 600 megawatts (MW), con lo que será la segunda más grande de su tipo en el país, sólo por detrás de la central Santiago Antúnez de Mayolo (en el complejo hidroenergético del Mantaro), que tiene una potencia de 798 MW.

Como se observa en el video y gráfico adjuntos, Chadín II empleará las aguas del río Marañón, el cual será represado con un muro de 175 metros de altura. A escasa distancia de éste se hallará la casa de máquinas, dotada de tres turbinas Francis, cuyas paletas serán movidas por el agua que (conducida por tres grandes tubos) caerá desde dicho embalse, a 150 metros de altura.

Es decir, será una central muy distinta a la mayoría de las existentes en nuestro país, donde la casa de máquinas suele estar a gran distancia de la presa, desde la cual se conduce el agua hasta una zona con desnivel, para que caiga desde gran altura y ponga en marcha turbinas tipo Pelton. En la del Mantaro, por ejemplo, la casa de máquinas se halla a veinte kilómetros de la represa de Tablachaca y la electricidad es generada por turbinas que aprovechan la enorme caída del agua, desde una altura de 748 metros.

El muro de Chadín II formará, siguiendo la trayectoria del río, un embalse de 64 kilómetros de largo y 32.5 kilómetros cuadrados de área.

Pese a su gran tamaño, dicha hidroeléctrica no es la más grande de las proyectadas a corto plazo para Amazonas.También se prepara Cumba 4, cuyos estudios ya vienen desde hace varios años, y que con sus 825 MW no sólo será la mayor hidroeléctrica del departamento, sino de todo el país. Considerando lo que demora construir plantas de esta envergadura, ambas estarían operativas a fines de la década, y habrán requerido una inversión conjunta aproximada de US$ 4 mil millones.

A ellas les seguirían tres más, que están siendo evaluadas (para comenzar a ser construidas alrededor del año 2018) y que implicarían otros US$ 3 mil millones de inversión. Dos de ellas emplearían, al igual que las mencionadas, las aguas del río Marañón, en tanto que una tercera (la de Tingo, de 400 MW) usaría las del Utcubamba.

Con dichos proyectos, que quedarán interconectados al sistema eléctrico nacional, la zona pasará a ser uno de los polos del desarrollo energético del país, aportando a éste una gran parte de lo que requiere para satisfacer sus crecientes necesidades. Y eso, sin duda, al implicar abundantes ingresos en forma de canon hidroenergético (recurso que Amazonas actualmente no recibe) repercutirá muy positivamente en el nivel de vida de su población.

Imagen: MINEM

1 comentario:

  1. Hay un grave problema en relación a la situación de la energía eléctrica en el Perú:
    1.-La cobertura a la población a nivel urbano y rural ha llegado al 70-80%. La experiencia de otros países demuestra que lo más difícil es atender a ese 20-30% restante de la población. Y en relación a ello, usualmente las soluciones no pasan por la construcción de grandes centrales hidroeléctricas o térmicas sino por la creación de sistemas pequeños: micro-hidroeléctricas, paneles solares, etc.
    2.-La construcción de infraestructura eléctrica las dos últimas décadas no ha estado orientada ni a la satisfacción de la demanda de las familias ni a la demanda industrial o de servicios. Ha estado orientada a la satisfacción de la demanda de las empresas mineras.
    3.-El país está subsidiando con el gas barato de Kamisea a las empresas mineras: según el propio MINEM, el costo del KW/h que pagan las empresas mineras en Perú es la mitad del que hay en Chile o Colombia. Ese 50% que las mineras dejan de pagar, es en la práctica un subsidio de todos los peruanos hacia ellas. Esa energía pudo haberse orientado a lograr el 100% de cobertura eléctrica a las familias en las zonas urbanas, pero desde Fujimori a García se ha preferido subsidiar a las mineras extranjeras.
    4.-A diferencia de países desarrollados, en el Perú en las concesiones mineras no hay metas de disminución del consumo eléctrico o hídrico, lo que obligaría a las mineras no sólo a utilizar la tecnología más moderna, sino a mejorar sus procesos. En Europa las mineras pagan penalidades si al cabo de cada quinquenio no disminuyen su consumo eléctrico o hídrico.
    5.-La población se opone a operaciones cuando tienen la central térmica o hidroeléctrica, la mina o el yacimiento petrolero al costado, y no cuentan con electricidad. La sostenibilidad de las operaciones requiere que las poblaciones aledañas sean proveídas también del servicio eléctrico y de agua potable y saneamiento.

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