El Litio y lo que hacen Bolivia, Argentina y Chile

El litio, uno de los metales más importantes en un mundo que urge de baterías para hacer funcionar todo tipo de aparatos y vehículos eléctricos, abunda en varios países sudamericanos, entre ellos el Perú.

Pero esta vez no hablaremos de nuestro país, en el cual el valioso mineral, descubierto hace pocos años (en el 2017), recién se prepara para ingresar a su fase de construcción de infraestructura y explotación.

Hablaremos, más bien, de los tres países sudamericanos ubicados en el denominado triángulo del litio, aquel donde hace ya un buen número de años se determinó que existían enormes reservas, y por ende la clara posibilidad de obtener grandes beneficios.

Eso están haciendo Argentina y Chile, que ya están explotando sus yacimientos y produciendo crecientes cantidades del mineral.

Pero no lo está haciendo Bolivia, que bajo la necia política implantada por el socialista Evo Morales, de despreciar por motivos ideológicos la exportación de commodities, prefirió apostar, secundado en el capricho por una empresa alemana, a la industrialización, "para que el país exporte baterías". Y pasan los años y esa situación no llega.

Como resultado de ello, mientras Argentina exportó el año pasado significativos US$ 696 millones, y Chile impresionantes US$ 7,763 millones, Bolivia, pese a tener las mayores reservas del mundo, no se beneficia en nada, desperdiciando una oportunidad de oro, cuando los precios se hallan en un gran nivel debido a una oferta internacional todavía insuficiente frente a una demanda que vuela por el boom de la producción de autos eléctricos.

Al Perú le debe quedar claro que en este negocio Bolivia no es ningún ejemplo a seguir, como sí lo es Chile, que con su litio está obteniendo un nuevo y enorme recurso para financiar su desarrollo.