Demostrando que las crisis económicas no son en la mayoría de casos resultado del contexto externo, sino de las malas políticas internas, la economía argentina continúa cuesta abajo en su rodada.
Es que allí estas abundan y se reiteran desde hace setenta años, con su heterodoxa obsesión por el estatismo, el gasto desenfrenado, los controles, la emisión monetaria desbordada, el proteccionismo, los subsidios, los planes demagógicos, las leyes laborales absurdas, la monumental burocracia, etc. Insensateces con las cuales se espanta la inversión privada y se tiene permanentemente quebrado al estado.
Por eso el país no tiene reservas netas, y sí una enorme deuda, que no puede pagar. Y por eso su inflación, de 115% anual hasta hoy, y con clara tendencia a seguir subiendo, es de las mayores del mundo. Y por eso su economía cerrará este año siendo más pequeña que en el 2011.
Y también por eso el dólar libre, popularmente conocido como "dólar blue", sobrepasó hoy los 550 pesos, ubicándose casi al doble de la ficticia, demagógica e insostenible cotización oficial.
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