Así, a setiembre, la capitalización bursátil doméstica (es decir, aquella que toma en cuenta únicamente las emisiones efectuadas en el propio país) es la siguiente:
La bolsa de Sao Paulo, como sabemos, es la mayor de todas, superando ya el billón de dólares de capitalización interna.
La segunda, pero a gran distancia, es la mexicana. Le sigue la de Santiago, la única de América Latina cuya capitalización es mayor que el PBI del propio país (que actualmente bordea los US$ 160 mil millones). Tal situación refleja la gran profundidad del mercado bursátil chileno, es decir, su importancia en la canalización de recursos y por ende en el desarrollo del sector empresarial.
Luego sigue la de Colombia, que, como se recuerda, antes de la crisis casi había logrado ser superada por la limeña, pero que luego se distanció notablemente de esta.
La Bolsa de Valores de Lima, quinta en la lista, se halla en franca recuperación, luego del pésimo año 2008. A setiembre, su capitalización doméstica superaba los US$ 66 mil millones, previéndose que se siga incrementando, dados los buenos fundamentos de nuestra economía y las favorables perspectivas que se abren para las empresas inscritas.
En los lugares sexto y séptimo figuran las bolsas de Argentina y Venezuela, países que, si bien son importantes en América Latina, poseen mercados de capitales bastante reducidos en comparación con el tamaño de sus economías. La capitalización de la bolsa de Caracas, por ejemplo, no equivale ni al 5% del PBI de ese país, reflejando la escasa presencia del mercado de capitales como fuente de financiamiento del sector productivo.
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