sábado, 12 de junio de 2010

El Perú comienza a Exportar Gas

El Perú dio anteayer un importante paso en su proceso de desarrollo, al inaugurar la gran planta de licuefacción de gas natural de Pampa Melchorita, ubicada en la provincia de Cañete, departamento de Lima. También quedaron inaugurados el gasoducto de 408 kilómetros que llega desde Ayacucho y el muelle de exportación.
Toda esta infraestructura, que conforma el proyecto de exportación conocido como Camisea II, le demandó a su propietario, el consorcio Perú LNG (conformado por Hunt Oil de Estados Unidos, SK Energy de Corea, Repsol YPF de España y Marubeni de Japón), una inversión de US$ 3,800 millones, la más grande efectuada hasta ahora en un solo proyecto en nuestro país.

Pese a sus méritos, el proyecto no ha estado exento de críticas. Éstas sostienen que constituye un mal negocio para el país, al destinar al extranjero un recurso del cual hasta el momento no se ha encontrado suficientes reservas, lo que no permitirá una disponibilidad adecuada para el mercado nacional. Dicha situación se estaría comprobando con la reciente negativa a abastecer varios proyectos de generación eléctrica y de uso industrial. Además, se critica que el gas se exporte en su estado natural, sin el menor valor agregado y a muy bajo precio. También, que se haya autorizado la exportación del existente en el Lote 88, el cual, por haber sido obtenido a un costo cero (dado que la Shell abandonó en su momento el negocio) y estar sujeto a precios regulados, debería destinarse al mercado nacional. Asimismo, se menciona lo desventajoso que resulta exportar a un mercado tan lejano, pues los elevados costos del transporte reducen significativamente el importe a recibir.



Pero también hay argumentos que plantean lo contrario. Para empezar, señalan que los estudios de importantes consultoras internacionales determinan que sí existen reservas suficientes para asegurar el abastecimiento nacional. Lo que se exportaría a México en los 18 años de vigencia del contrato totalizaría 4 TCF (trillones de pies cúbicos), es decir, sólo aproximadamente la cuarta parte de las reservas ya comprobadas. Además, se considera casi seguro que se hallará mucho más gas, a la luz del alto grado de éxito en las perforaciones realizadas, y teniendo en cuenta lo ocurrido en países como Bolivia y Turquía, que, comenzando con reservas inferiores a las peruanas, las fueron incrementando considerablemente, hasta llegar a los enormes volúmenes de hoy.
En cuanto a la supuesta negativa a otorgar gas a varios proyectos industriales y eléctricos, no es tal, sino más bien consecuencia de que el ducto que lo transporta a la costa ha devenido totalmente insuficiente, razón por la cual está siendo urgentemente ampliado. Este año su capacidad pasará de 450 millones de pies cúbicos diarios a 530, hasta llegar a 950 en el 2012, momento en el cual el problema habrá quedado resuelto.



De otro lado, exportar el gas en su estado natural es algo que hacen inclusive países industrializados, como Rusia, lo cual no es óbice para que otra parte importante del recurso sea destinado (como lo hará también el Perú) a la petroquímica y otros usos incuestionablemente ventajosos. Y si bien a los bajos precios actuales la venta externa no parece muy conveniente, se espera que eso cambie rápidamente, conforme se retorne a los precios vigentes hasta el año 2008, que fueron dos o tres veces mayores a los de hoy. Afortunadamente, la creciente demanda por un combustible limpio como éste parece asegurar buenas perspectivas al respecto.
Se debe considerar, asimismo, que la exportación, inclusive en estado natural, genera un considerable ingreso inmediato, que, bien empleado, puede tener un importante efecto multiplicador. Como se sabe, un dólar recibido hoy vale mucho más que uno recibido dentro de cinco o diez años.

Hay que tener presente, también, que la constatación de que nuestro país atrae inversiones multimillonarias como ésta, y de que lo hace en un marco de escrupuloso respeto a los contratos, estimula el ingreso de nuevos capitales, no sólo en éste, sino en todos los sectores.
En lo que atañe a la crítica referente al gas del Lote 88, ésta ha sido parcialmente atendida mediante el compromiso de la empresa de no exportar el existente allí durante los siguientes cinco años.

Por último, no hay que olvidar que la idea de exportar el gas siempre pareció razonable, y por ello estuvo en la mente de todos. Es que se estimó que en el país no habría, a corto ni mediano plazo, una demanda suficiente para el abundante recurso encontrado. Frente a un consumo mínimo (pues entonces no existía un mercado de gas termoeléctrico, industrial, residencial ni vehicular), la exportación (no de todo el gas, sino de una parte de él) constituía una salida casi lógica para rentabilizar la inversión en un plazo no tan largo como el que requerían las demás alternativas.
Esa razón, y la seguridad otorgada luego por el contrato, llevaron a los inversionistas a desembolsar los US$ 3,800 millones en  las grandes obras mencionadas en esta nota.

LOS COMPONENTES
Como ya se dijo, los componentes del proyecto de exportación, o Camisea II, son el gasoducto, la planta de Pampa Melchorita, y el muelle de exportación.

El Gasoducto
El gasoducto que conduce el gas hasta la costa tiene una longitud de 408 kilómetros y un diámetro de 34 pulgadas. En realidad, es un ramal de uno de los dos grandes ductos que transportan el gas desde Camisea hasta la costa. Inicia su recorrido en la localidad de Chiquintirca (departamento de Ayacucho), y llega hasta Pampa Melchorita. Requirió una inversión de US$ 800 millones.

La Planta de Licuefacción
La planta de Pampa Melchorita, el elemento principal y más costoso del proyecto de exportación, fue construída con una inversión de US$ 2,400 millones (incluyendo el muelle). Es la única planta de licuefacción en Sudamérica (pues ningún otro país del subcontinente exporta el hidrocarburo) y el Perú es a partir de ahora uno de los escasos 18 países del mundo que las poseen.

En ella, el gas natural llegado por el ducto es sometido a un proceso de enfriamiento, para llevarlo a la gélida temperatura de 163.1 grados centígrados bajo cero, y así poder convertirlo en líquido. De esa manera su volumen queda reducido en 600 veces y se le puede transportar en buques.

El Muelle
El muelle, construído por la empresa brasileña Odebrecht, se ubica junto a la planta. Consta de un largo puente de concreto de más de un kilómetro de largo construído sobre caballetes de acero. Por él discurre la tubería que conduce el líquido hasta la plataforma de embarque, donde existen cuatro brazos de carga de 16 pulgadas, que llenan, en un tiempo bastante corto, los depósitos de los enormes buques metaneros que acoderan allí.
Para un acceso sin problemas de las naves a dicha ubicación, se ha dragado un canal de 3.6 kilómetros de largo, 250 metros de ancho y una profundidad de entre 15 y 18 metros. Durante el proceso de carga, las embarcaciones están protegidas por un rompeolas de 800 metros de largo.

Allí ya está acoderado, llenando sus cuatro tanques (con capacidad para 173,400 metros cúbicos), el Barcelona Knutsen, buque metanero de 290 metros de largo, 45.80 de ancho y 11.95 de calado en carga, que acaba de ser construido en Corea, pertenece a la naviera noruega Knutsen y ha sido fletado por la empresa española Repsol, socia del consorcio exportador. El día 15 partirá hacia México, convirtiendo oficialmente al Perú en el primer exportador de gas natural de Sudamérica. Repsol pondrá a operar seis buques de su flota en esta ruta.
Al llegar al país del norte, el gas licuado será retornado a su estado natural, en una planta regasificadora que se viene construyendo allí (por ahora, los envíos se harán a otra planta, también mexicana). También está previsto hacer envíos a Canadá y España.

Se inicia, pues, el proyecto de exportación del gas. Tal como toda obra importante, tiene defensores y detractores, ambos con argumentos dignos de ser evaluados. Habrá que ver a quién le dan la razón los hechos.
Sólo queda esperar que, así como Camisea I está buscando abastecer la demanda nacional y ayudar a cambiar la matriz energética (haciendo del gas el combustible para la industria, las centrales eléctricas, las residencias y los vehículos, y el insumo para la naciente industria petroquímica), Camisea II haga lo suyo como generador de un masivo ingreso por exportación (se estima que en promedio serán US$ 1,000 millones anuales), una cuantiosa recaudación fiscal (probablemente US$ 300 millones al año por impuesto a la renta y regalías), un considerable canon para el Cusco, importantes compras de bienes y servicios en el mercado interno, etc.
Ojalá que lo acompañen precios internacionales muy superiores a los deprimidos precios actuales, que permitan maximizar los ingresos y demostrar claramente que se trata de una inversión realmente rentable para el país.

5 comentarios:

  1. Estimado DesarrolloPeruano, tambien se esta planeando en el corto plazo construir una planta regasificadora junto a Pampa Melchorita.

    Cheka esto:
    http://www.expreso.com.pe/edicion/index.php?option=com_content&task=view&id=104064&Itemid=34

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  2. q bueno, pero pagamos el doble de lo q pagará Mexico

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  3. Unas preguntas:

    Podrian clarificar cuanto sera lo que pagaran por la unidad de gas Peruano?

    Cual es la razon por la que no podemos vender el gas a precios internacionales de mercado?

    Cual es la idea de industrializar el gas en otros paises para despues recomprar el gas convertido en plasticos y alcohol metilico?

    Creen que seria mejor procesar el gas en Peru y producir los plasticos y alcohol medicinal para cubrir nuestra demanda interna y exportar?

    Muchas gracias.

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  4. Unas respuestas:

    Se paga el precio "Henry Hub".

    Se esta vendiendo al precio internacional, por lo menos el gas que se exporta. El gas para el mercado interno tiene otro precio pues este está sujeto a contratos de venta anteriores a ese precio.

    Ya hay dos empresas (CF Industries y Orica Nitratos Perú)interesadas en construir plantas petroquímicas en San Juan de Marcona (Ica), ambas ya presentaron sus respectivos EIA's. Juntas invertirían hasta 2,500 millones.

    Eso es lo que se piensa hacer, el año pasado el Ministerio de Energía y Minas declaró a San Juan de Marcona como "Polo Petroquímico".

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  5. Más respuestas para anonimo: claro que es mejor industrializar el gas en el Perú, pero eso no se puede dar por decreto ni obligando a empresas a hacerlo. La mejor manera es dando condiciones y seguridad (jurídica entre otras)para atraer inversionistas. Ahora es fácil decir "se debe privilegiar el mercado interno", pero cuando se licitó su comercializació nadie lo pedía, para bien o para mal la única solución era exportar.
    El costo de no exportar supera con crecer los posibles beneficios de romper pactos firmados, necesitamos más reservas y la única manera es con más inversión en prospección (y nadie invierte en prospección en un pais inseguro ni inestable)

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