Así las cosas, la gran prueba, a correrse entre el 6 y el 17 de enero del próximo año, representará una enorme responsabilidad para nuestro país, pero también una excelente oportunidad para demostrar que se halla preparado para albergar, inclusive en solitario, grandes eventos.
Además, la ocasión será propicia para volver a exhibir ante el mundo (en una forma mucho más intensa y profusa que en los rallies anteriores que coauspició) las grandes bellezas paisajísticas aquí existentes, sobre todo las hermosas y espectaculares dunas iqueñas y arequipeñas, que a los participantes de la prueba les hacen recordar muchísimo a las del inmenso Sahara africano.
Sabes que modelo se tiene que lograr el de la libertad con los esparragos...nosotros vendiamos esparragos con etiquetas hecho en mexico, hecho en espana...
ResponderEliminardespues de anios les metimos cuchio en la espalda y salimos con marcas propias MADE IN PERU...
eso mismo hay que hacer con el dakar, pa que seguir pagandoles regalias, una vez que les gusten los circuitos... gancho al higado y caminos del Inka Sudamericano... se acabo la misma idea del Qhapac Nhan, con Argntina, CHile, Bolivia, Ecuador COlombia, donde pasen por andes, desiertos selvas, puff un odisea, que el dakar no tiene...
y el billetaso nos lo agarramos los peruanos...
no esta mal tu idea, bien
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