Quedaron atrás los buenos tiempos en que el Sol era la moneda más estable en comparación con las de Chile, Colombia y México, los tres socios peruanos de la prestigiosa Alianza del Pacífico.
Ahora, debido a una decisión electoral que ha generado una terrible incertidumbre acerca del devenir económico de nuestro país, el Sol ha pasado a ser la moneda más inestable en este grupo, es decir la que más se ha depreciado frente a su nivel de fines del año 2018.
La muestra de ello es que el tipo de cambio se ha disparado, y después de muchísimos años de mantenerse estable (en el año 2020 promedió los 3.50 soles por dólar, exactamente el mismo valor que en el 2001), ahora acaba de sobrepasar los 4 soles, algo que no debería haber ocurrido.
La situación, que ya está disparando la inflación y desequilibrando otras variables, no se solucionará con la precipitada reaceptación de Pedro Francke en el gabinete, en una decisión que claramente es una simple añagaza. La confianza ya se perdió por completo y el mercado ya no creerá en movidas que sabe son simples tretas para seguir engatusando mientras se continúa con el plan totalitario.
La situación se solucionará con una decisión política mucho más radical, que demuestre a los agentes económicos nacionales y extranjeros que el Perú no seguirá de ninguna manera un modelo económico, político ni social como el que pretende el ideario de Vladimir Cerrón.
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