Pero esa situación ha cambiado radicalmente, pues, como se puede ver en este gráfico del BCR, ahora más bien es la que más se ha debilitado.
En esa lamentable secuencia influyeron varios hechos. Uno de ellos fue la mala respuesta frente a la pandemia, que desplomó la actividad productiva y redujo drásticamente el ingreso de divisas (pues se derrumbaron las exportaciones y la inversión extranjera directa).
Otro, la turbulencia política, que llevó a la vacancia y reemplazo presidencial a fines del año pasado.
Y el más reciente lo viene siendo la incertidumbre generada por el actual gobierno, que ha hecho más fuerte el proceso de debilitamiento de nuestra moneda. Como se observa en el pequeño recuadro de la izquierda, esta es la que más valor ha perdido en lo que va del año. Y con ello también se convierte en la que más lo ha hecho en estos últimos tres años.
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