El Record Peruano: Nuestro Más Largo Túnel Urbano

Conforme crecen en población, las ciudades deben mejorar su infraestructura vial, para facilitar el desplazamiento de los miles de vehículos que transitan por ellas y no quedar semiparalizadas por congestiones que, además de provocar malestar en las personas, afectan la eficiencia y productividad de la economía. Por eso, no cesan de construir intercambios, viaductos elevados, pasos a desnivel, túneles, y demás obras que contribuyan a dicho fin.

En nuestras ciudades, aunque con bastante retraso, también hemos hecho algo al respecto. En lo que atañe a túneles, por ejemplo, tenemos varios, especialmente en Lima, aunque ciertamente bastante pequeños. Allí están, como muestra, los que pasan por debajo de las plazas Castilla, 2 de Mayo y Grau, así como del óvalo Los Cabitos.



Este último, que forma parte de la avenida Benavides y atraviesa a diez metros de profundidad el referido óvalo del distrito de Miraflores, es el más largo túnel urbano de la capital y del país. Con sus 250 metros no sólo pasa por debajo del viaducto elevado de la Línea 1 del Metro y del nivel de la calle, sino también del túnel que forma parte de la avenida Tomás Marsano.

Cabe señalar que en este recuento no estamos considerando a la Estación Central, que por su peculiar configuración y naturaleza (es de uso exclusivo de buses) no encaja en lo que se considera como túnel abierto y de uso general. Si lo hiciéramos, allí podríamos considerar una vía subterránea de más de medio kilómetro de extensión.

Volviendo al túnel que actualmente figura como el más largo, en aproximadamente un año perderá tal distinción, la que pasará a manos de los dos túneles gemelos de 300 metros de largo que vienen siendo construidos para unir los distritos del Rímac y San Juan de Lurigancho. Y allí no se detendrá esta rápida sucesión de liderazgos, pues luego el honor corresponderá al de 960 metros en construcción en la avenida Gambetta del Callao (debajo de la futura segunda pista del aeropuerto Jorge Chávez), posteriormente al de casi dos kilómetros que se viene ejecutando bajo el lecho del río Rímac, y por último al monumental túnel de once kilómetros con el que se prevé unir los distritos de La Molina y Surco.