La tecnología se aplica tanto en construcciones horizontales como verticales. En el primer caso se emplea los denominados carros de avance, en tanto que en el segundo las estructuras autotrepantes. Gracias al auge constructor que nuestro país ha venido atravesando en los últimos años, los peruanos ya tenemos evidencia de ambas modalidades.
Así, hemos visto operar carros de avance en los dos grandes puentes que fueron construidos hace poco sobre la Vía de Evitamiento y sobre el río Rímac, como parte del viaducto elevado que hoy permite el paso, rumbo a San Juan de Lurigancho, de los trenes de la Línea 1 del Metro de Lima.
El uso más reciente de estos magníficos ingenios metálicos se produjo en el gigantesco puente Chilina, el segundo más largo del país, construido en la campiña arequipeña.
En cuanto al encofrado deslizante vertical, que emplea las denominadas estructuras autotrepantes, lo estamos contemplando actualmente, en el edificio que se está construyendo en la avenida Javier Prado y que será sede del Banco de la Nación.
Gracias a dicho sistema, el edificio, destinado a ser el más alto del país, crece con gran rapidez (a razón de un piso por semana), y ya se encamina a su culminación, prevista para fines de julio.
Dado que hay mucho más por construir en el territorio nacional, y que la referida y muy eficiente tecnología ha llegado para quedarse, en el futuro seguramente estaremos contemplando un uso aún más intensivo de la misma, probablemente en proyectos más impresionantes que los que hemos observado hasta hoy.
Esa tecnica se usara en el Metro de Arequipa, que es elevado en Monorriel de 1000 pasajeros por pasajeros, es de doble via, se va a avanzar muy rapido con esta tecnica, al menos la obra fisica(cemento y fierro) se la pueden hacer en 18 meses.
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