Presión Fiscal y Esfuerzo Fiscal

Estos dos excelentes vídeos se refieren, con un lenguaje coloquial, al fundamental tema fiscal. Para ello comienzan por definir lo que son dos conceptos fundamentales: la Presión Fiscal y el Esfuerzo Fiscal.


Como se aprecia en el primero, la Presión Fiscal es la relación entre los Ingresos Tributarios del país y el producto bruto interno (PBI). El Esfuerzo Fiscal es la relación entre la Presión Fiscal y el PBI per Cápita.

Si un país tiene una presión fiscal demasiado alta para su nivel de ingreso per cápita, obliga a sus habitantes a un excesivo esfuerzo fiscal, abrumándolos con una carga impositiva que desincentiva la inversión y propicia el crecimiento de la economía informal.

En Alemania la presión fiscal es de 41%, en España de 35% y en Argentina de 29%. Es decir, la presión fiscal argentina equivale al 71% de la alemana. Pero su ingreso por habitante apenas equivale al 21%.

Eso significa que en Argentina se obliga a las personas y empresas a un esfuerzo fiscal incompatible con su nivel de ingreso. Se pretende que paguen por impuestos casi tanto como sus pares alemanas, siendo que su renta es mucho más baja (cinco veces menor). Eso las afecta sobremanera, pues no cuentan con los recursos necesarios. No ocurre lo mismo con las personas y empresas alemanas, que gracias a su alto nivel de ingresos (resultante de una elevada productividad tras largos años de crecimiento económico sano) no solo pueden sostener sin problemas su elevada presión fiscal, sino también acumular capital y disfrutar un muy cómodo nivel de vida.


En lugar de proseguir con la absurda pretensión de elevar los impuestos, lo que tendría que hacer Argentina es reducirlos, para fomentar la inversión sana que incremente la productividad y con ello mejorar el ingreso y el nivel de vida de su población.

Ciertamente, el país austral no es el único que afronta ese problema, pues, como se aprecia en el segundo vídeo, hay muchos otros que también deberían escuchar la muy positiva recomendación de reducir impuestos. Uno de ellos es el Perú, que pese a registrar una presión fiscal relativamente moderada (de alrededor del 16%, mucho menor que la de Argentina) obliga a sus personas y empresas a un esfuerzo fiscal bastante considerable. Esa es una de las causas de sus elevadas tasas de evasión tributaria e informalidad.

En América Latina, Panamá es uno de los países más racionales en el tema, pues sus dos indicadores son sumamente moderados.