Desde el 2018 y hasta inicios de marzo de este año, el puerto de Pisco, el quinto de mayor movimiento de carga del país, se hallaba ejecutando de manera acelerada su proceso de ampliación y modernización.
Como parte de este, luego de haber completado sus amarraderos 3 y 4, que serán para contenedores y donde operarán dos grandes grúas pórtico, se hallaba construyendo los de su zona norte, los denominados 1 y 2, destinados al embarque y desembarque de carga general.
Lamentablemente, luego llegó la pandemia y obligó a paralizar dichas labores (no así las de embarque y desembarque, que han continuado sin interrupción, aunque con una lógica reducción de los volúmenes).
Las dos fotos que siguen, que muestran las zonas del almacén de granos y de los contenedores refrigerados, son sendas constataciones de que el puerto, con un equipamiento muy mejorado gracias a las importantes inversiones de su operador privado Terminal Portuario Paracas (US$ 186 millones en todo el proyecto), ha estado muy activo.
Felizmente ahora, tras cerca de tres meses sin poder avanzar, las obras de infraestructura se están reanudando. Como se aprecia en el video, en los amarraderos 1 y 2 ya prácticamente se había completado, en sus 350 metros de largo, el hincado de los grandes pilotes que constituyen su recia base. Y ahora está en ejecución la fase siguiente, de aplicación de elementos estructurales adicionales y el vaciado de concreto sobre ellos, para constituir la losa sobre la cual tendrán lugar las operaciones.
Lo señalado permitirá que el gran proyecto de construcción continúe hasta su finalización, seguramente ya no en el plazo inicialmente previsto, pero tampoco con un retraso excesivamente largo. Y así Pisco podrá intentar, gracias a su enorme potencial, escalar posiciones en el ranking portuario nacional.
Fotos: MTC
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