Estas monedas, de cada una de las cuales se emitirá siete millones de unidades a lo largo del año, reemplazarán gradualmente a las que actualmente circulan.
Se trata, como se aprecia, de dos muy bellos ejemplares, con un diseño inspirado en las espectaculares Líneas de Nazca. Sus trazos y relieves, mucho más sofisticados y vistosos, y mejor definidos que los anteriores, serán, además, de gran ayuda para las personas invidentes, y harán mucho más difícil su falsificación.
Las bellas monedas en detalle (hacer click para ampliar)
Complace comprobar que, a diferencia de lo que ocurría en los terribles años 80, las actuales emisiones numismáticas ya no se deben a urgencias derivadas de hiperinflaciones que diluían el valor de la moneda, y obligaban a trabajar incansablemente a la tristemente célebre "maquinita", sino a simples políticas de renovación y mejora del material circulante, o a muy positivas campañas de difusión cultural. Aparentemente, después seguirán los billetes.
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