Por ejemplo, la Pesca, que creció 154.03% en abril, en mayo ha avanzado 23.15%. Considerando que la enorme tasa anterior fue uno de los principales propulsores del subsector Fabril Primario de la Manufactura (permitiendo a ésta recuperarse y crecer 6.10%) es previsible que la tasa de mayo vuelva a influir positivamente, pero ya no como para propiciar un crecimiento sectorial tan elevado.
La Minería e Hidrocarburos, que se expandió 9.25% en abril, en mayo sólo lo ha hecho a una tasa de 1.49%.
Y el Consumo Interno de Cemento, que retrocedió 3.75% en abril, en mayo ha caído un significativo 7.09%, lo que lleva a ser pesimista acerca del desempeño de la Construcción (que en abril cayó 8.57%).
La producción de Electricidad sí mantiene un desempeño parecido al de abril, pues mientras en dicho mes registró un incremento productivo de 6.21%, en mayo ha consignado uno de 5.40%.
En el ámbito fiscal, el gasto de inversión del gobierno central, que había retrocedido fuertemente en el primer trimestre, y que se recuperó significativamente en abril, volvió a hacerlo en mayo, con una expansión de casi 23% en términos nominales.
En el frente externo, por su parte, se registró un déficit comercial mucho menor que el de abril. Las exportaciones cayeron 18.73% en términos nominales, siete puntos menos que en abril, en tanto que las importaciones lo hicieron 17.77%, su retroceso más importante del año (pero las de bienes de capital y materiales de construcción, las más ligadas a nuevas inversiones, fueron las que menos cayeron, con 13.93%).
Como se observa, los datos alentadores se alternan con otros no tan favorables o claramente negativos, lo que no permite ser concluyente. Además, queda por ver lo acontecido con sectores tan importantes como la Manufactura, la Construcción, el Comercio, y toda la amplia gama de aquéllos que producen servicios. La respuesta la tendremos el día 15, cuando el INEI presente su informe técnico al respecto.
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