sábado, 12 de septiembre de 2015

El Perú en el Ranking Latinoamericano: Calificación Crediticia según S&P (a setiembre del 2015)

Esta vez nuestro ranking se centra en el tema de la calificación crediticia, específicamente en la asignada por Standard and Poor's.

Y es que acaba de ocurrir un hecho importante en la región, pues la referida agencia le ha quitado al gigante sudamericano, Brasil, su condición de país con grado de inversión y le ha reducido su calificación al nivel de especulación.

La calificación crediticia se determina tomando en cuenta la que las agencias internacionales especializadas (como Standard & Poor's, Fitch y Moody's) asignan a los bonos soberanos de largo plazo en moneda extranjera emitidos por el país analizado. Una más alta indica más sólidos fundamentos y mejores cifras en los múltiples aspectos considerados en la evaluación, lo que se refleja en una mejor capacidad de pago de la deuda. Y siendo así, incrementa la probabilidad de que sus emisiones de bonos en los mercados internacionales de capital se efectúen exitosamente, tanto en lo que atañe a demanda, como a tasas de interés y plazos. Es decir, contribuye a que el país obtenga mejores condiciones de financiamiento, las que luego se traducen en los créditos que las empresas y personas reciben localmente. Pero eso no es todo: una mejor calificación crediticia también genera más confianza a los agentes económicos internos y externos, propiciando el incremento de las vitales inversiones.

Brasil ha sufrido las consecuencias de la crisis internacional y de los fuertes desequilibrios a los que le ha conducido su modelo económico. Por ello está afrontando una compleja situación en la que han coincidido la baja de precios de los commodities que exporta, una inflación que se acerca al 10% y que debilita su moneda, y una desaceleración económica que este año se acaba de convertir en recesión. Todo ello está debilitando las arcas fiscales y la capacidad de pago. Por si fuera poco, el país está siendo testigo de graves casos de corrupción que involucran a algunas de sus principales empresas y entidades públicas y a varios de sus más connotados políticos, lo que está propiciando una severa caída de la credibilidad y hasta riesgos de ingobernabilidad.

Por esas y otras razones, S&P le acaba de quitar el rating de BBB-, el último dentro del denominado Grado de Inversión (al que sólo acceden los países con un buen marco macroeconómico y cuentas fiscales ordenadas, y por ende con una buena capacidad de pago de sus deudas) y le ha asignado uno más bajo, el BB+, situado en lo que se denomina Grado de Especulación (también llamado despectivamente grado de bonos basura). Y las malas noticias no acaban allí, pues además del referido downgrade, le ha asignado una perspectiva negativa, lo que significa que, de no haber mejoras en el manejo de la economía, es altamente probable que la siguiente calificación implique una nueva baja.

En cuanto a los demás países, el cuadro adjunto, que muestra las calificaciones al día de hoy, es sumamente explícito, con Chile completamente despegado del resto de países en un cómodo nivel AA-, con Perú y México como los otros dos más destacados en un rating BBB- y con Panamá, Colombia y Uruguay cerrando, con calificación BBB, el grupo de honor.

La categoría especulativa, como acabamos de ver, ahora se inicia con Brasil, y se cierra con dos de los países más importantes de la región, Venezuela y Argentina, en posiciones poco halagüeñas, el primero con un rating de CCC y el segundo con uno que indica un default selectivo.

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