Se puede ver que si bien el Perú continúa siendo uno de los países más afectados, también es uno de los que más rápidamente están revirtiendo sus números. Como consecuencia de ello, después de haber tenido en abril y mayo brutales caídas de casi 40% y más de 30%, respectivamente, en julio y agosto ya está obteniendo tasas menos negativas que las de un creciente número de países. En julio, por ejemplo, registró una caída menor que las de Argentina, Ecuador, El Salvador y Honduras, mientras que en agosto ya dejó de caer a dos dígitos, con lo cual ya exhibe un mejor resultado que Chile y Ecuador.
En el panorama general, sin duda los países más complicados en el tema son Argentina (que no solo enfrenta un terrible desplome viniendo de una ya prolongada recesión, sino también está ad portas de un grave desenlace inflacionario), Chile (que completó cinco meses cayendo a dos dígitos), Ecuador (también con cinco caídas a doble dígito, y mucho más fuertes que las de Chile), El Salvador, Honduras y Panamá (que tuvo dos terribles caídas en abril y mayo y que aún no presenta datos más actuales). El cuadro no incluye a Venezuela, que desde hace mucho tiempo no presenta cifras, pero que debido a su desastroso modelo económico sin duda es el país más golpeado.
Contrariamente, los países que están saliendo mejor librados del durísimo trance provocado por la pandemia son Bolivia, Brasil, Costa Rica, Guatemala, Paraguay (que luego de tan solo dos meses de retroceso ya volvió a crecer) y República Dominicana.
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