Son interesantes por varias razones, de las cuales mencionaremos tres.
La primera es que permiten apreciar lo grande que es Lima. No en vano nuestra capital es, con sus más de nueve millones de habitantes, una de las de mayor población y extensión geográfica de América Latina, solo por detrás de Sao Paulo, la ciudad de México y Buenos Aires, y a la par de Rio de Janeiro, Bogotá y Santiago.
La segunda es que hacen una mirada por distritos, no solo mostrando los más conocidos y de mejor fisonomía, sino extendiendo un poco más la mirada, hacia distritos de clase media e inclusive emergentes.
Y la tercera es que dejan ver la gran cantidad de edificios nuevos (de oficinas y de departamentos) que se ha levantado en nuestra ciudad en los últimos años, en una demostración del grande, masivo y extendido dinamismo de las actividades empresarial, inmobiliaria y constructora, así como del crecimiento de la clase media y del cada vez mayor acceso al crédito hipotecario. Ejemplos de ello y de lo señalado en el párrafo anterior son los numerosos edificios de departamentos que se viene construyendo en los clasemedieros distritos de San Miguel, Magdalena, Pueblo Libre, Jesús María y Lince, así como en los emergentes Breña, Comas, El Rímac y La Victoria.
El modelo económico, al haber instalado un panorama de estabilidad y crecimiento, en el que la inversión de largo plazo florece y fluye con comodidad, ha sido el gran propulsor de esa innegable mejora.
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