Se trata de la campaña "No te Bajes Mi Plan", emprendida por los gremios y asociaciones empresariales siguientes:
Desarrollada a través de diversos videos, ésta busca crear conciencia entre los aspirantes al sillón presidencial acerca de la necesidad de que, al margen de las propuestas específicas de cada uno de ellos, se respete un marco central de cosas, que permita que el desarrollo personal y empresarial a todo nivel pueda seguir adelante, sin perturbaciones derivadas de planteamientos poco sensatos.
Los videos aquí presentados se refieren a igual número de personas comunes y corrientes que, habiendo emprendido un plan de progreso para sus vidas y sus familias, le piden al futuro gobernante mantener un entorno que les permita seguir desarrollándolo sin contratiempos.
Así, se tiene los casos de un pequeño empresario dueño de un restaurante que con esfuerzo ya logró sumar un nuevo local a su negocio, el de una ama de casa que accedió a un crédito hipotecario y desea seguir cumpliendo con éste para que su familia tenga la seguridad de una vivienda propia, el de un albañil que a la vez estudia con la meta de instalar su propia empresa y así poder sostener de mejor manera a su familia, y el de una joven estudiante con una decidida intención de salir adelante.
Todos ellos coinciden en el pedido de sensatez gubernamental, para que no se deterioren las actuales condiciones de estabilidad y claridad de reglas de juego, que, al igual que a millones de otros compatriotas, les están permitiendo, poco a poco, salir adelante. Como bien dice el albañil (y estudiante) del tercer video, él, al igual que millones de peruanos, no desea que el Estado le regale nada, sino, únicamente que lo deje trabajar en paz, sin "bajarse su plan".
Compartimos plenamente esta interesantísima reflexión económica, que desde el punto de vista técnico no significa otra cosa que mantener la estabilidad macroeconómica, los precios libres, la más amplia competencia, la libertad en el comercio internacional, la búsqueda de nuevos mercados a través de tratados de libre comercio, reglas de juego claras, etc. Nada de cambios constitucionales insensatos que generen incertidumbre y frenen el consumo y la inversión, ni de gastos públicos desenfrenados o subsidios indiscriminados que desemboquen en deficits, inflación, devaluación y endeudamiento, ni de distorsiones económicas que desequilibren la economía, la desvirtúen y le quiten su brillo y capacidad de crecimiento actuales.
Con esa base económica, y también con un intenso combate a la inseguridad, la delincuencia, la corrupción, la precaria institucionalidad y otros problemas graves aún no resueltos, los protagonistas de los videos, al igual que las personas y empresas de toda condición y tamaño, podrán, por su propio esfuerzo y sin necesidad de dádivas de ningún tipo, salir adelante.
Los videos aquí presentados se refieren a igual número de personas comunes y corrientes que, habiendo emprendido un plan de progreso para sus vidas y sus familias, le piden al futuro gobernante mantener un entorno que les permita seguir desarrollándolo sin contratiempos.
Así, se tiene los casos de un pequeño empresario dueño de un restaurante que con esfuerzo ya logró sumar un nuevo local a su negocio, el de una ama de casa que accedió a un crédito hipotecario y desea seguir cumpliendo con éste para que su familia tenga la seguridad de una vivienda propia, el de un albañil que a la vez estudia con la meta de instalar su propia empresa y así poder sostener de mejor manera a su familia, y el de una joven estudiante con una decidida intención de salir adelante.
Todos ellos coinciden en el pedido de sensatez gubernamental, para que no se deterioren las actuales condiciones de estabilidad y claridad de reglas de juego, que, al igual que a millones de otros compatriotas, les están permitiendo, poco a poco, salir adelante. Como bien dice el albañil (y estudiante) del tercer video, él, al igual que millones de peruanos, no desea que el Estado le regale nada, sino, únicamente que lo deje trabajar en paz, sin "bajarse su plan".
Compartimos plenamente esta interesantísima reflexión económica, que desde el punto de vista técnico no significa otra cosa que mantener la estabilidad macroeconómica, los precios libres, la más amplia competencia, la libertad en el comercio internacional, la búsqueda de nuevos mercados a través de tratados de libre comercio, reglas de juego claras, etc. Nada de cambios constitucionales insensatos que generen incertidumbre y frenen el consumo y la inversión, ni de gastos públicos desenfrenados o subsidios indiscriminados que desemboquen en deficits, inflación, devaluación y endeudamiento, ni de distorsiones económicas que desequilibren la economía, la desvirtúen y le quiten su brillo y capacidad de crecimiento actuales.
Con esa base económica, y también con un intenso combate a la inseguridad, la delincuencia, la corrupción, la precaria institucionalidad y otros problemas graves aún no resueltos, los protagonistas de los videos, al igual que las personas y empresas de toda condición y tamaño, podrán, por su propio esfuerzo y sin necesidad de dádivas de ningún tipo, salir adelante.
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