Para ello nos valdremos de los datos de la World Steel Association (Asociación Mundial del Acero), que se refieren a la producción de acero crudo o líquido, del cual, luego de diversos procesos, se obtiene los laminados, varillas y demás presentaciones.
Estos nos dicen que si bien la actividad económica internacional creció 3% en el año 2015, la producción de este formidable insumo retrocedió 6%, contrariamente a lo que había ocurrido en los últimos años, cuando más bien había mostrado un sostenido incremento.
China es, como se puede ver, el gigante del negocio, con una producción 7.6 veces superior a la del país que le sigue, Japón.
Tercera se ubica la India, que luego de haber incrementado sostenidamente su producción a lo largo de este siglo, finalmente logró desplazar a Estados Unidos. El país norteamericano y Rusia dejaron atrás las épocas en que eran grandes protagonistas y ahora lucen claramente rezagados.
Brasil, que escaló una posición y ahora se ubica en un expectante octavo lugar tras Corea y Alemania, es el país latinoamericano más destacado en esta industria, con una producción de 33.2 millones de toneladas. En la región le sigue México, posicionado en el puesto 13, con 18.3 millones. Argentina, tercer productor regional, se ubica en el puesto 27, con 5 millones.
Los cuatro países latinoamericanos que le siguen se ubican con niveles de producción muy parejos, razón por la cual ocupan casillas correlativas. Estos son Venezuela (puesto 40 con 1.3 millones de toneladas), Colombia (puesto 41 con 1.2), Chile (puesto 42 con 1.1) y el Perú (puesto 43 con poco menos de 1.1). En el caso de Venezuela, dicho nivel resulta tremendamente preocupante, pues equivale apenas a la tercera parte del obtenido hace ocho años.
Como se sabe, en nuestro país esta fundamental rama industrial está a cargo de las empresas Sider Perú y Aceros Arequipa, la primera de las cuales tiene su planta en Chimbote y la segunda en Pisco.
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