domingo, 27 de octubre de 2019

Argentina, Nuevamente con el Peronismo

Argentina, el país con la tercera economía más grande de América Latina, llevó a cabo su elección presidencial el día de hoy.


Y en ella resultó ganador el candidato del partido peronista, Alberto Fernández, quien dirigirá sus destinos durante los siguientes cuatro años, teniendo como vicepresidenta a Cristina Fernández de Kirchner, mandataria entre fines de los años 2007 y 2015.

De esa manera quedó definido el rumbo político de mediano plazo de una nación que a inicios del siglo XX registraba uno de los mayores ingresos por habitante del mundo, pero que desde mediados de dicha centuria comenzó a perder dramáticamente el paso, precisamente por efecto de políticas como las que enarbola el presidente electo.

Hablamos de políticas de gran protagonismo estatal, gasto público populista con abundantes subsidios, elevado proteccionismo en aras de un industrialismo compulsivo, controles de precios, controles cambiarios, restricciones financieras, privilegio del mercantilismo sobre la competencia abierta, rentabilidades artificiales para promover sectores o regiones sin genuina competitividad, actitud poco amigable hacia la inversión extranjera, recelos hacia la globalización y los tratados de libre comercio, legislaciones laborales sumamente rígidas y por ende poco atractivas para la creación de empresas, actitud hostil hacia el sistema financiero internacional, etc.

El resultado de ello han sido crisis recurrentes a lo largo de décadas, con grandes inflaciones crónicas o hiperinflaciones, graves crisis de deuda, devaluaciones traumáticas de sus sucesivas monedas, y otros notorios problemas, que han provocado ese dramático declive de largo plazo, y llevado a perder el paso inclusive en América Latina, donde el país, antes líder indiscutible, ahora va camino a media tabla.

Lamentablemente, el presidente actual, Mauricio Macri, elegido el año 2015 con la esperanza de que dejara atrás el decadente modelo estatista y aplicara radicales medidas de estabilización y reformas estructurales de liberalización, defraudó las expectativas, pues no sólo no hizo lo esperado, sino en lo esencial mantuvo el modelo y agravó el problema, y con ello propició el retorno de quienes seguramente persistirán en el error.

4 comentarios:

  1. Argentina PBI Percapita y desarrollo humano sigue a años luz con respecto al Peru.
    Infraestructura pero ni soñarlo en Peru, si uno se pone a ver sus provincias, pufff, de lejos mejor que las regiones Peruanas, como explicas que en Viru la libertad se caiga un puente hace poco, en plena Panamericana un puente baily en el motor agroexportador del Peru...

    Creo que mas duro le damos a la Argentina, mas duro nos damos a nosotros, por que en nada nos les acercamos, seguimos rankeando con Haiti en las pisa....pisa raul...

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  2. Han sido los Menem y los Macri los que aplicando políticas neoliberales han destruido la economía argentina.
    Y es una desgracia el estado de las provincias peruanas si se las compara no digo con las provincias de Brasil, Chile o Argentina, comparado con lo que se han desarrollado las provincias bolivianas o ecuatorianas bajo Correa o Evo, lo que se ha hecho en 30 años con politicas neoliberales es nada, una verguenza.

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    1. Las cifras desmienten lo que usted dice, tanto en el caso argentino como en el peruano.

      En el argentino, la llegada del peronismo fue sinónimo del inicio del declive de largo plazo del país, tal como lo demuestran los datos oficiales históricos. Fue con ese sistema que Argentina pasó de ser uno de los países más ricos del mundo en términos de ingreso por habitante a ser apenas el número 65 en la actualidad, y de ser el indiscutible líder latinoamericano a ser apenas el sexto de la región, y con tendencia a seguir cayendo, cosa que sin duda ocurrirá si Alberto Fernández no enmienda su forma de pensar y reincide con el nefasto modelo peronista de siempre.

      Y en el caso peruano, cualquier disparidad y situación de atraso con cualquier país latinoamericano se explica por el desastre económico y social que padeció entre fines de los años 60 y fines de los 80, cuando cometió el craso error de aplicar las nefastas políticas heterodoxas (las mismas que aplicó y neciamente sigue aplicando el peronismo). Esas políticas, repletas de distorsiones, desequilibrios, proteccionismo, estatismo y controlismo, lo hicieron retroceder treinta años, como lo prueba el hecho de que recién en el año 2006 logró superar el PBI por habitante que había tenido en 1975. En cambio, desde que aplicó políticas liberales no ha dejado de tener estabilidad macroeconómica, crecer ininterrumpidamente y mejorar todos sus indicadores sociales, comenzando por la reducción de la pobreza y el crecimiento de su clase media. Como resultado de esa recuperación, ha logrado superar con relativa claridad en ingreso por habitante al Ecuador de Correa y se ha distanciado mucho más de la Bolivia de Morales.

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