Contundente Pronunciamiento de la OEA

La Organización de Estados Americanos (OEA) habló clarísimamente hoy acerca de la terrible situación que padece Venezuela.


Dejando de lado las excesivas y muchas veces exasperantes formalidades de la diplomacia, su digno Secretario General, el uruguayo Luis Almagro, le puso todos los puntos sobre las íes al catastrófico régimen allí existente.

Haciendo ver que no cree ninguna de sus artimañas, características de todas las dictaduras encubiertas, enumeró uno a uno los múltiples atropellos que viene perpetrando ese oprobioso régimen, que ha destrozado la institucionalidad democrática de uno de los países anteriormente más destacados en la materia en la región.

Nosotros añadiríamos a eso que, en el aspecto económico, esa nefasta dictadura ha empobrecido como nunca antes a la sociedad, obligando a centenares de miles de los allí nacidos a cruzar desesperadamente las fronteras de múltiples países, huyendo de la hiperinflación, del colapso de la producción (y del desempleo generalizado y la miseria que esto ha generado), de la pulverización del valor de la moneda, del desabastecimiento hasta de las cosas más urgentes (como los alimentos y las medicinas), y de la inseguridad y la violencia generadas por la crítica situación actual, y por un régimen que cada vez se revela como más corrupto y mafioso.

Ojalá la durísima denuncia de esta entidad supranacional, que refleja fielmente el pensamiento de la gran mayoría de países que la integran, y que seguramente hoy mismo será contestada por la tiranía con el cinismo y la vulgaridad que la caracterizan, sea escuchada atentamente por toda la comunidad internacional, para que de una vez por todas deje de lado su indiferencia ante una situación tan grave, cierre filas y dé pasos concretos y severos en pos de aislar y obligar a retroceder a la dictadura, y así contribuir a que Venezuela recupere la democracia que hoy tiene absolutamente perdida.