El Aeropuerto de Jauja, en las Rutas Comerciales

La pequeña ciudad de Jauja, situada 30 kilómetros al noroeste de Huancayo, alberga desde el año 1977 al principal aeropuerto del dinámico y pujante departamento de Junín.

Pero se trata de uno que, por sus serias limitaciones de tamaño y capacidades, ha ido deviniendo cada vez menos apto para recibir aviones de dimensiones aceptables, y por lo tanto para generar un flujo rentable y regular de vuelos comerciales.

Felizmente, la situación ha comenzado a cambiar. El año pasado, el consorcio internacional que ganó la licitación correspondiente inició los trabajos para rehabilitarlo y ampliarlo.

Los primeros resultados de ese esfuerzo, que demandará una inversión total de 15 millones de soles (unos US$ 4.6 millones) han permitido que reanude operaciones regulares, lo que ayudó mucho a partir de marzo, precisamente cuando la Carretera Central tuvo serios problemas de transitabilidad, debido a los desastres naturales.

La pista de aterrizaje (de 2,870 metros de largo por 45 de ancho) fue mejorada y reforzada, tanto en su base como en la capa asfáltica (para que pueda recibir aviones como los Airbus 319 y 320, el Boeing 737 y otros de hasta 150 pasajeros), y adecuadamente señalizada. Además, se le habilitó una nueva calle de rodaje y construyó una nueva plataforma.

Esa apertura y esas acciones han permitido que empresas aéreas como Peruvian Airlines y Latam hayan decidido sumarse a LC Perú con vuelos regulares a este destino, famoso por su muy agradable clima. La primera lo viene haciendo desde marzo y la segunda se apresta a hacerlo desde julio. Los interesantes videos y anuncios publicitarios adjuntos nos brindan una breve referencia acerca de lo que viene aconteciendo en este bello escenario aerocomercial.


Los mayores problemas actuales radican en su terminal. Si bien se le dotó de algunas mejoras, continúa resultando, con sus modestísimos 220 metros cuadrados, totalmente insuficiente para un aeropuerto que aspira a desarrollar un papel importante en la sierra central del país.

Afortunadamente, como parte del contrato mencionado en el tercer párrafo, ya están en ejecución las obras que ampliarán su área, lo que le permitirá albergar un equipamiento mucho más completo y disponer de capacidad para desarrollar operaciones más fluidas.

En realidad, se trata de una ampliación transitoria, destinada únicamente a permitir que el aeropuerto sobrelleve de manera aceptable los siguientes tres o cuatro años, hasta que se logre el objetivo final de que un concesionario privado, a ser elegido probablemente este año, invierta en él una considerable suma de dinero que lo ponga en condiciones de operatividad mucho más adecuadas. Eso incluirá la ampliación de la pista de aterrizaje y la terminal, y la construcción de una torre de control.

Dicho proceso de concesión tendrá lugar simultáneamente con los de los aeropuertos de Huánuco y Jaén.

Es muy bueno que el aeropuerto, pese a sus aún muy visibles limitaciones, haya vuelto a la vida y reingresado al circuito comercial. Eso servirá para que se comprueben sus virtudes y su potencial, y para que la inversión privada se sienta incentivada y responda como se espera en el gran momento de la convocatoria internacional.