Allí se puede ver que el cobre continuó siendo, sin la menor duda, la principal exportación nacional. En el referido año contabilizó nada menos que US$ 14,925 millones, que representaron un incremento de 7.79% frente al año 2017 y que le permitieron representar el 30.50% de las exportaciones totales (US$ 48,942 millones).
Le siguió, aunque a mucha distancia, nuestra otra gran exportación, el oro, con US$ 8,239 millones, y representando el 16.83% del total.
Más atrás se situaron el petróleo crudo y sus derivados, el zinc, los papeles y químicos, la harina de pescado, el plomo, los textiles y el gas natural, todos con más de US$ 1,000 millones.
Y a partir del puesto 11 aparecen en seguidilla varios productos no tradicionales, entre ellos los de agroexportación como las frutas, legumbres y hortalizas en conserva (US$ 835 millones), uvas (816), paltas (723) y arándanos (554), pero también pesqueros como la pota (640). Todos ellos con crecimientos de entre 11% y 53%, que probablemente muy pronto los lleven a engrosar el selecto grupo de los que venden por más de US$ 1,000 millones.
Pensé que la Plata era el tercer mineral en exportación.
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