Boom de Vehículos Eléctricos en China

La incursión de los vehículos eléctricos en el mundo está en el centro de la noticia, tanto por las crecientes cantidades que se va observando en el mercado, como por las alentadoras perspectivas que la nueva tecnología ofrece al planeta en materia de calidad ambiental.


Hace pocas semanas mencionamos aquí el caso de Noruega, país europeo en el cual ya más de la mitad del parque automotor está constituido por vehículos eléctricos o híbridos.

Y ahora nos referimos a China, país donde según este interesante video del Foro Económico Mundial ocurren casi la mitad de las actuales ventas de vehículos eléctricos del mundo (lo que se vende en sus seis ciudades principales representa la quinta parte de dicho total). Allí también se afirma que dentro de unos pocos años, en el 2025, un quinto de los vehículos que se venda en dicho país serán de ese tipo, ratio que será superior a los de Europa (1/7) y Estados Unidos (1/10).

Como parte de la política que se está siguiendo en China para apuntalar el proceso, en algunas de sus ciudades ya se ha establecido restricciones a los vehículos que funcionan con petróleo o diesel. Además, se ha puesto en práctica un sistema que está forzando a los fabricantes automotrices a optar por los eléctricos, otorgando créditos a los que así lo hacen y penalizando a los demás.

Y globalmente las ventas están creciendo sostenidamente, a tal punto que se espera que las anuales del año 2025 sean diez veces mayores que las de hoy, y que las del 2030 lleguen a 30 millones.

En China, el gran crecimiento en las ventas llevará a que en el año 2040 casi 2/3 de sus vehículos sean eléctricos, y a que el país tenga un tercio del total mundial. Eso le permitirá reducir en 7.3 millones de barriles diarios el consumo de combustible, y frenar radicalmente el elevado actual nivel de contaminación, que en el año 2012 mató a más de un millón de personas.

Sin duda, al mundo entero le interesa que un país con un parque automotor tan inmenso lleve a cambio este alentador cambio. Pero a todos los demás países también nos interesa efectuar nuestra propia transición hacia esta fabulosa tecnología, para garantizar que el aire de nuestro planeta se torne mucho más respirable, y para contribuir a que el temible efecto invernadero, ese que podría tener consecuencias devastadoras para la vida, no se haga realidad.