Tal como se preveía a la luz de las modestas cifras iniciales de algunos sectores o rubros, el PBI registró un escaso grado de avance en julio.
Efectivamente, según la información propalada hoy por el INEI en su más reciente
Informe Técnico, aumentó sólo 2.31%. Con ello, acumuló un incremento de 4.00% en lo que va del año y de 3.39% en los últimos doce meses, y contabilizó 108 meses de expansión ininterrumpida.
La demanda externa tuvo un aporte muy positivo, como lo demuestran las exportaciones reales, que registraron un avance de 15.7 % (15.4% las tradicionales y 16.2% las no tradicionales).
Por sectores también hubo un crecimiento casi generalizado, con dos de ellos (Transporte, Almacenamiento, Correo y Mensajería y Construcción) creciendo más de 5% y cuatro haciéndolo por encima del 4%.
Lamentablemente, la fuerte caída de la Pesca y de un sector de gran peso como Minería e Hidrocarburos conspiró contra el resultado global. El primero de los nombrados afectó al sector más importante, la Manufactura, frenándolo casi por completo.
Con el resultado en mención, el aporte sectorial hasta el momento es el mostrado en el gráfico siguiente, con la Manufactura contribuyendo con 0.62 de los 4.00 logrados hasta ahora por el PBI. Le siguen los sectores Otros Servicios (0.55 puntos) y Agropecuario (0.45).
Debido a su muy desfavorable dato de julio, Minería e Hidrocarburos se constituye como el único sector que está frenando el crecimiento.
Faltando cinco meses para completar el año, y luego de dos resultados claramente decepcionantes en junio y julio, la meta de crecer 4% ya no luce tan sencilla. Sin embargo, el hecho de que el modesto desempeño de julio se haya debido principalmente a la caída en dos sectores puntuales (Pesca y Minería e Hidrocarburos), con casi todos los demás creciendo bastante bien (y en muchos casos acelerando frente a lo visto en junio), permite mantener el optimismo.
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