Afortunadamente, nuestro país lo ha entendido así, y por eso está embarcado en una intensa política de concesiones. Así lo testimonia el cuadro adjunto divulgado por el organismo supervisor OSITRAN, en el que se detalla las concesiones vigentes al cierre del año 2017, tanto en carreteras como en aeropuertos, puertos, hidrovías y vías férreas.
Sobresalen en el listado proyectos tales como la carretera Interoceánica, los aeropuertos de Lima y de las demás principales ciudades, los puertos del Callao, Matarani, Paita, Pisco, Salaverry y Yurimaguas, la hidrovía amazónica, los ferrocarriles central y del sur y sur oriente, y las dos líneas del metro de Lima.
Gracias a esas concesiones, nuestro país viene construyendo infraestructura de una manera mucho más intensa que en cualquier época de su historia, y sin afectar en absoluto sus finanzas públicas. Teniendo en cuenta lo señalado, es de esperar que este formidable mecanismo siga adelante, con nuevos proyectos.
No me parece que sea la forma más adecuada ni menos adecuada, si hay corrupción igual perjudica al estado.
ResponderEliminarEl estado no tiene escasos recursos, sino que es corrupto e inepto. Pero dinero sobra, si mira cuanto devuelven los municipios y gobiernos regionales al estado.
ResponderEliminarComo es la ley? por que no encarcelan a las autoridades ineptas, y mas aun a las corruptas.
Las sobrevaluaciones probaron que el privado es el mas ratero de todos, se llevan el 90% de la cutra, mientras el ratero publico se embolsa 10% de ese costo extra al pagador de impuestos...