El anuncio señala que su accionista mayoritario, Sempra Energy, ha acordado con la empresa China Yangtze Power International venderle el 83.6% que posee en la empresa eléctrica.
El cuantioso monto, de US$ 3,590 millones (sujeto a ajustes de cierre por capital de trabajo y endeudamiento neto), será empleado por Sempra para fortalecer su balance y satisfacer las crecientes necesidades de capital de sus servicios básicos en California y Texas, en su objetivo de "construir la principal empresa de infraestructura energética de América del Norte". La transacción quedaría completada en el primer trimestre del próximo año.
Realmente complace que en nuestro país se produzcan transacciones de tal magnitud, entre una empresa que luego de años de operar con total normalidad decide salir para apuntalar sus negocios en el mercado más grande del mundo, y otra que ingresa desde la segunda potencia mundial, basada en la confianza que nuestro país inspira por su adecuado ambiente macroeconómico, su estabilidad jurídica y las perspectivas de crecimiento de un sector íntimamente ligado al devenir económico de las personas y empresas de nuestro mercado interno.
En ese proceso, de irrestricto ingreso y salida de cuantiosos capitales e inversiones, el Perú se ve favorecido con un sector eléctrico cada vez más potente y desarrollado, sirviendo cada vez mejor a su población.
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