Según la SBS, estas han sido las rentabilidades nominales anualizadas de los tres tipos de fondos con los que trabajan las AFP. Es decir las rentabilidades promedio para cada año, a las que luego habría que descontarles la inflación si se quisiera hallar las reales.
Como se observa, para todos los períodos considerados la menor rentabilidad corresponde al Fondo 1, debido a que este, por estar destinado a las personas mayores de 60 años (más próximas a jubilarse) se invierte en activos de menor riesgo, que asimismo suelen ser menos rentables. Allí la tasa ha promediado el 6.19% en los últimos diez años.
Las mayores rentabilidades corresponden a los fondos 2 y 3, que por involucrar a aportantes más jóvenes (de 45 a 60 años, y menores de 45, respectivamente) son invertidos en activos algo más riesgosos, y a la vez más rentables. La del 2 ha promediado el 7.52% en los últimos diez años y la del 3 el 7.09%.
Los datos también permiten observar que en los tres fondos la rentabilidad a tres años ha sido mayor que las de plazos más largos, indicando que ha habido una ligera recuperación del valor de los fondos en los últimos tiempos, especialmente en el 3.
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