Comencemos por el crecimiento. Hasta ahora (de enero a mayo) el Producto Bruto Interno (PBI) lleva un avance de 9.80%, con lo cual el Perú es el país de más alto crecimiento de América Latina. Con esa tendencia, es probable que el PBI en dólares corrientes, que cerró el 2007 en US$ 109,217 millones, se acerque a US$ 130,000 millones al finalizar este año. De ser así, y dado que la población a la fecha es de 28.7 millones, el PBI per cápita rondaría los US$ 4,500.
Las exportaciones suman, hasta mayo, US$ 13,308 millones, con un crecimiento de 28% respecto del mismo período del 2007. Dado que en el 2007 totalizaron US$ 27,959 millones, de mantenerse la actual tendencia, al final del año podrían llegar a cerca de US$ 36,000 millones. Cada vez más rubros y regiones se integran a la fiebre exportadora.
La inflación, que nos está dando bastantes dolores de cabeza, es, pese a todo, una de las más bajas de América Latina, como lo demuestran las cifras de los países vecinos: 30.8% en Venezuela, 23.1% en Nicaragua, 17.3% en Bolivia, 9.5% en Chile, 9.3% (con datos no confiables) en Argentina, 7.2% en Colombia y 6.1% en Brasil. La inflación peruana, de 5.7%, sólo es más alta que la de México (5.3%). Si bien el mal de muchos no constituye consuelo, en este caso sirve para percibir mejor la realidad y entender que el panorama internacional es harto complejo.
Las reservas internacionales, fundamentales para proteger el valor de nuestra moneda, son las quintas más altas de América Latina, totalizando a la fecha cerca de US$ 35 mil millones, monto más que suficiente para dicho propósito.
El nivel de riesgo país, que indica el costo de nuestro financiamiento internacional, es de 1.85 puntos, el tercero más bajo de América Latina. Sólo México y Chile nos superan.
La calificación crediticia, por su parte, nos ubica en el grado de inversión en opinión de dos de las más grandes agencias calificadoras del mundo: Standard & Poor's y Fitch. Sólo nos falta el visto bueno de Moody's. En América Latina, sólo nos hallamos por detrás de Chile y México, y a la par con Brasil. Sin duda, un buen indicador, que nos pone en la mira de los inversionistas y financistas del mundo.
Siendo así las cosas, es previsible que este año el Perú supere los US$ 8 mil millones de inversión extranjera, ubicándose entre los cinco países latinoamericanos con mayor flujo por este concepto.
En cuanto a deuda pública externa, ésta representa un porcentaje cada vez menor de nuestros pricipales indicadores. En marzo, equivalía a 16.5% del PBI, estimándose que tal porcentaje se haya reducido aún más. Nuestras finanzas públicas están cada vez más sanas, y el país ya no vive, como antes, bajo la permanente angustia de la deuda.
En materia de indicadores sociales, las cosas marchan más lentamente, pero también hay avances.
La pobreza, por ejemplo, disminuyó de 44.5% en el 2006 a 39.3% en el 2007, en tanto que la pobreza extrema lo hizo de 16.1% a 13.7%.
Según el censo, el analfabetismo se redujo a 7.1%, previéndose disminuirlo a 4% en los siguientes tres años.
Además, hay otros alentadores indicadores sociales, como el que muestra un protagonismo cada vez mayor de la mujer en la población económicamente activa (PEA), en la jefatura de los hogares, y en el acceso a la educación.
También es destacable el incremento del porcentaje de la población que recibe educación regular, tanto primaria, como secundaria y superior.
Por otro lado, este aniversario patrio encuentra al país con un creciente desarrollo de su infraestructura económica: construcción masiva de viviendas, carreteras asfaltadas, gasoductos, puertos y almacenes, centrales eléctricas y líneas de transmisión, nuevos hallazgos de gas y petróleo, etc.
Los ciudadanos disfrutan de nuevos centros comerciales en zonas populares de Lima y en las principales ciudades de provincias, y registran compras record de autos, celulares, televisores, computadoras, equipos de video y cámaras fotográficas, entre otras cosas.
1. Puente Billinghurst, en construcción. 2. Estación Central y Sistema Metropolitano de Buses. 3. Carretera Interoceánica. 4. Minas: Las Bambas, Toromocho y Tía María. 5. Muelle Sur en el Callao. 6. Planta de Licuefacción y Exportación de Gas de Pampa Melchorita. 7. Grandes edificios: el Westin y otros. 8. Conjuntos habitacionales: Parques del Agustino. 9. Nuevos centros comerciales en Lima y provincias. 10. Nuevas reservas de gas y petróleo en Tumbes, Piura y Camisea. 11. Próximos gasoductos a Cusco, Puno, Arequipa, Ilo, Tacna, Chimbote, Huancayo, Cerro de Pasco e Ica. 12. Futuras petroquímicas en Pisco e Ilo.
Ciertamente, no se puede decir que todo marcha de maravillas. La inflación, por ejemplo, ha afectado especialmente a los más pobres, y podría haber dejado sin efecto gran parte de la reducción de la pobreza. Además, se ha cometido errores y ha habido ineficiencia en muchos ámbitos de la administración pública. Pero, en términos generales, han sido más los logros que las deficiencias. Por lo tanto, este 28 encuentra al país en una situación muy expectante y promisoria, que merece ser celebrada. Felices fiestas patrias!
Ojalá que lleguemos al bicentenario bien cerca de ser un país desarrollado. Creo que sí lo lograremos.
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