Así Se Instaló el Emisario de La Chira

La planta de tratamiento de aguas residuales (PTAR) de la Chira, que con su capacidad para purificar aguas servidas (hasta 11.3 metros cúbicos por segundo) permitirá a Lima cubrir el 25% que le faltaba para llegar al 100% en esta materia, está a punto de quedar culminada y entrar en servicio.

Uno de los trabajos que faltaban para ello era la instalación del emisario submarino, una gran tubería de polietileno de alta densidad de 3.65 kilómetros de largo y 2.40 metros de diámetro interior, que liberará a esa distancia mar adentro, y a 58 metros de profundidad, el agua previamente tratada en la planta.

El video que sigue, fechado en octubre del año pasado, deja ver cómo se movilizó el tramo número 11, de 215 metros de largo, de la referida tubería. Discurriendo sobre rieles, jalado desde el mar por un buque remolcador y empujado desde tierra por cuatro retroexcavadoras y un cargador frontal, lentamente fue internándose en el agua, manteniéndose en la superficie gracias a un numeroso grupo de grandes flotadores.



Una vez en el lugar establecido, los flotadores fueron desinflados y retirados cuidadosa y coordinadamente, permitiendo que la gran tubería, lastrada por grandes anillos de concreto instalados cada cinco metros, se sumergiera hasta el lecho del mar.

Similares trabajos se había efectuado en los meses anteriores, y en los más recientes, para instalar otros tramos como el descrito. Ello se hizo con la colaboración de numerosas embarcaciones, desde las cuales técnicos e ingenieros, contando con la fundamental colaboración de hombres-rana, fueron armando la larga hilera de tubos.

En realidad, se preveía acabar la obra unos meses antes, pero el mar, muy movido en la zona, obligó a suspenderla en numerosas ocasiones.

Lo cierto y lo importante es que Lima ya tiene prácticamente al 100% el sistema de purificación de aguas de su bello litoral. Eso significa que cuando el sol arrecie en el próximo verano, los limeños podrán acudir a sus playas más populares y cercanas con la total seguridad de que, finalmente, quedaron en óptimas condiciones de limpieza.